RP/BJ Modelo para armar
Un partido exc¨¦ntrico. Se juega fuera de su foco habitual, en una ciudad que s¨®lo se parece a Buenos Aires en el Caf¨¦ Gij¨®n, que podr¨ªa ser el Tortoni, y en la anchura de algunas calles. Tampoco se parece el estadio a ninguno de los dos donde se hubiera jugado en Buenos Aires. Se parece al acento, pues para fortuna de la ciudad que los acoge aqu¨ª viven muchos argentinos. Un profesor de piano que vive en la ciudad le dijo a uno de sus alumnos que le buscara entradas. Vive aqu¨ª desde que no se pod¨ªa vivir en Argentina y no querr¨ªa morirse sin ver un partido as¨ª. As¨ª que la ciudad no es la misma ni es igual el estadio elegido para esta final tremenda, pero el p¨²blico, el que est¨¢ ac¨¢ y el que viene desde la naturaleza misma de las aficiones, s¨ª es adecuado para asistir a un encuentro de esta naturaleza¡
Y, sin embargo¡ Sin embargo hay algo peligroso en este excentricismo: el f¨²tbol, excepto en casos grandiosos, radica en un lugar determinado, extirparlo del sitio significa violencia lo mires por donde lo mires. Si se disputa en terreno neutral, pero propio, argentino, resulta estrafalario, pues la cancha la tienen all¨ª. Y si se disputa en Madrid la rareza es mayor que las que encierran los cuentos imposibles de Julio Cort¨¢zar. Que se dispute aqu¨ª, en fin, es un gran fracaso de Argentina y por tanto del f¨²tbol argentino. Menotti tiene raz¨®n.