El Bar?a tiene un problema: ?qu¨¦ har¨ªa Cruyff y qu¨¦ har¨ªa N¨²?ez?
Lo de Umtiti es serio. De cara a fin de a?o, los servicios m¨¦dicos del Barcelona est¨¢n en permanente contacto con los t¨¦cnicos en una Situation Room que lleva por nombre Samuel Umtiti. Por mucho que se intente esconder el polvo debajo de la alfombra, la lesi¨®n del central franc¨¦s preocupa, y mucho, en el Camp Nou. El campe¨®n del mundo con Francia se ha negado a pasar por el quir¨®fano hasta en tres ocasiones. Prefiere un tratamiento conservador y por eso el lunes lleg¨® a Doha para tratarse en la capital de Qatar con Philippe Landreau, director del ¨¢rea de traumatolog¨ªa del centro m¨¦dico Aspetar en un ¨²ltimo intento por eludir el quir¨®fano. Umtiti tiene una lesi¨®n tan seria que podr¨ªa condicionar su futuro en el f¨²tbol de alto nivel. La degradaci¨®n del cart¨ªlago es una lesi¨®n que ha retirado a muchos deportistas y los m¨¦dicos del Bar?a hace tiempo que la hab¨ªan detectado, tanto, que llegaron a mostrar sus reservas ante la renovaci¨®n del defensa galo.
Momento crucial. Tras el Mundial, que Umtiti ya jug¨® con dolores, protecci¨®n en sus rodillas y un r¨¦gimen particular de entrenamientos, ha llegado la hora decisiva para el jugador. Los servicios m¨¦dicos del club llevan semanas recomendando la operaci¨®n, ¨¦l neg¨¢ndose para adoptar un tratamiento conservador que tiene su ¨²ltima bala en el viaje a Qatar, pero a todo esto, Valverde se pregunta qu¨¦ deber¨ªa hacer. De momento, la opci¨®n de fichar un central en el mercado de invierno est¨¢ sobre la mesa.
La receta Cruyff. Esta semana el barcelonismo ha quedado hu¨¦rfano del referente de su presidente m¨¢s longevo, Josep Llu¨ªs N¨²?ez, que acostumbraba a lidiar este tipo de crisis de la mano de Johan Cruyff, fallecido hace casi dos a?os. Ser¨ªa un buen ejercicio pensar qu¨¦ hubieran hecho estos dos personajes en una situaci¨®n as¨ª. De entrada, Cruyff hubiera mirado a la cantera para ver si hab¨ªa alguien capaz de desarrollar esta tarea, luego mirar¨ªa si se puede reconvertir a alg¨²n jugador en esa posici¨®n o si no acabar¨ªa en el Ajax o escuela similar para tratar de fichar, costara lo que costara.
La receta N¨²?ez. El presidente, de entrada dejar¨ªa la decisi¨®n en manos de los entrenadores responsabiliz¨¢ndolos de todo lo que pudiera pasar y exigiendo que si la soluci¨®n costaba dinero y no sal¨ªa bien, ir¨ªa a cuenta del sueldo de los que le firmaron. Tambi¨¦n mirar¨ªa a la cantera, al cambio de posici¨®n y al Ajax. El que no se salvaba, seguro, era el que le renov¨®.