Pendientes del cl¨¢sico argentino
Se viene Boca-River. Algo m¨¢s de veinte kil¨®metros separan La Bombonera y el Estadio Monumental. Los millonarios y el puro pueblo. Dos pasiones y un relato bonaerense ya muy mezclado con el paso del tiempo. Un Boca Juniors-River Plate es lo m¨¢s parecido que se puede dar en el planeta a un Barcelona-Real Madrid, aunque sea de bien lejos. Hoy Argentina tiene una gran oportunidad, la final de La Libertadores dar¨¢ la vuelta al mundo. Se trata de demostrar que es mucho m¨¢s que un contenedor al que acudir para sacar de all¨ª rumbo a Europa a los j¨®venes que destacan. Hoy River no tendr¨¢ sobre la cancha un Enzo Francescoli, tampoco Boca a un Juan Rom¨¢n Riquelme. Pero ya se habla del salto del Pity Mart¨ªnez, un zurdo con car¨¢cter, el volante Exequiel Palacios o el mundialista Pav¨®n. Ver¨¢n tambi¨¦n un gran portero como Armani, o viejos conocidos como Enzo P¨¦rez o Carlos T¨¦vez, que podr¨ªan tener minutos. En cualquier caso, habr¨¢ m¨¢s escudo que estrellas.
M¨¢s all¨¢ de la Copa. El lunes Jorge Valdano, todo un campe¨®n del mundo, me dijo algo que me pareci¨® especialmente relevante: ¡°En Argentina hace ya demasiado tiempo que la humillaci¨®n del rival es bastante m¨¢s importante que la satisfacci¨®n propia¡±. Y pon¨ªa un ejemplo: ¡°Pongamos que Boca levanta el 24 la Copa en el Estadio Monumental, estar¨ªan dando la vuelta ol¨ªmpica hasta el mi¨¦rcoles¡±. La semana previa fue realmente intensa. Se pretendi¨® el cambio de fechas. Daniel Angelici, presidente xeneize, declar¨® de inicio que no deseaban jugar en s¨¢bado con el objetivo de respetar a la amplia comunidad jud¨ªa que celebra el shabat. Rodolfo D¡¯ Onofrio, el de River Plate, dijo que la Commebol trata a su entrenador, sancionado para la final, Marcelo Gallardo ¡°casi como un delincuente¡±. No le dejar¨¢n acceder a La Bombonera. En algo s¨ª se pusieron de acuerdo ambos presidentes: los partidos se jugar¨ªan sin aficiones rivales, circunstancia que se da desde 2013. Pese a que Mauricio Macri, presidente de la Rep¨²blica, sorprendi¨® solicitando que se dieran las medidas de seguridad necesarias para que se jugara con ambas hinchadas. Ojal¨¢ vaya todo bien.
¡®Mu?eco¡¯ y ¡®Mellizo¡¯. Los corazones de ambos est¨¢n de sobra representados por sus entrenadores, referencias de la camiseta que dirigen. Ambos con luces y comportamientos de los que arrepentirse mil veces en los cl¨¢sicos. Saben lo que es ganarla. Como jugador, Guillermo Barros Schelotto tiene cuatro y es uno de los m¨¢s laureados de la historia de Boca. Marcelo Gallardo la tiene como futbolista y dio la ¨²ltima a River como DT. No podr¨¢ dirigir a su equipo, fue castigado por bajar en el descanso al vestuario en las semifinales ante Gremio cuando ya estaba sancionado. Un partido que marcar¨¢ sus carreras.