Las armas de caza
Metidos de lleno en plena temporada de caza, me he puesto a repasar todo lo que os he ido contando en este nuestro rinconcito.
A estas alturas del almanaque y metidos de lleno en plena temporada de caza, me he puesto a repasar todo lo que os he ido contando en este nuestro rinconcito.
No s¨¦ si bien o mal, pues no soy ninguna erudita en la materia, pero lo qu¨¦ si os puedo decir, es que cada una de las palabras que voy plasmando en la pantalla de mi ordenador, son un trocito de m¨ª, de mi pasi¨®n por la naturaleza, por el amor hacia el campo y por encima de todo, de su conservaci¨®n y por ende, de la caza. Pues como siempre he reiterado y no puede ser de otra manera, la palabra caza siempre va unida a conservaci¨®n.
He hablado de muchos temas, alguno incluso variopinto. Pero si hay un tema del que a¨²n no me he pronunciado, es de armas de caza.
Escribir o dar consejos sobre armas, significa meterse en camisa de once varas si no eres un experto en esos menesteres, como es mi caso.
Un tema muy complejo y complicado donde se mezclan, tecnolog¨ªa, dise?o, calidades, I+D¡, y que dejo reservado para los que realmente conocen el tema. Lo que para m¨ª supone que nos decantemos por un arma u otra, se reduce a una cascada de sensaciones que lleva cada cazador.
El arma de caza se convierte en la extensi¨®n de quien la utiliza. Debe cubrir la necesidad particular de cada uno, ya que no tiramos todos de la misma manera, ni encaramos de la misma manera, ni estamos todos c¨®modos con diferente peso.
Personalmente siempre me ha gustado para la modalidad de caza menor, las escopetas paralelas, me encantan. Pero cierto es que, por mi forma de encarar y disparar me dejan las mejillas como un mu?eco de Michelin.
Es por eso, y por el amor que proceso a mis mejillas, que utilizo una escopeta semiautom¨¢tica. Siempre busco la misma marca y modelo y, aun siendo ya un modelo descatalogado, tengo avisado a Jos¨¦ Luis, mi armero de confianza que, cada vez que le entre una en la armer¨ªa, me avise. Ser¨¢ man¨ªa (que lo es), pero desde el d¨ªa que tir¨¦ con la primera que tuve, pens¨¦ que estaba fabricada expresamente para m¨ª.
Si hablamos de armas para caza mayor, me han gustado siempre los rifles de cerrojo y de calibre 30.06. He de decir que, hasta hace bien poco, en monter¨ªa me acompa?aba siempre m¨ª escopeta, y que buenos momentos hemos vivido¡ (Dejo apuntado contaros alg¨²n que otro lance, fallido y certero, claro).
El primer rifle que tuve la gran fortuna de utilizar fue uno de 90 grados que a¨²n conservo. Posteriormente lo cambie por uno de 60 grados. Y, a d¨ªa de hoy, ya hasta rectil¨ªneos. Eso s¨ª, siempre de madera, y si son de caja larga ya me derrito.
Siempre he defendido que la diferencia est¨¢ marcada por la ¨®ptica que escojamos para nuestra arma, pero lo que llena el alma es un rifle trabajado en madera, con sus grabados y decoraciones que realmente se convierten en verdaderas obras de arte.
Ahora bien, sea cual fuere el arma con la que cac¨¦is, la que os gustar¨ªa tener, la que en el armero cada vez que lo abr¨ªs, os arranca una sonrisa¡, por favor ?Mucha, mucha precauci¨®n! No queremos leer m¨¢s noticias en los medios de comunicaci¨®n de un compa?ero herido o¡ (no me atrevo).
Os dejo unos links con consejos de seguridad que seguro que a todos nos viene bien recordar
- Gu¨ªa de seguridad en la caza elaborada por Trofeo Caza y Mutuasport
- 7 normas de seguridad en monter¨ªa que no debes olvidar
- Consejos de seguridad para las sueltas de perdices
?Salud y buena caza!