La ilusionante explosi¨®n de la normalidad: de Morales a Borja Iglesias
Comandante Morales. Le llaman as¨ª porque se le ocurri¨® celebrar un gol ante el Rayo con un saludo militar y el s¨¢bado dej¨® constancia de sus galones en el Bernab¨¦u, ese sitio en el que "sinti¨® un escalofr¨ªo la primera vez que lo pis¨®". Eso fue el 15-03-2015 porque Jos¨¦ Luis Morales no debut¨® en Primera hasta los 27 a?os, a los 24 a¨²n jugaba en Tercera y pensaba que nunca ser¨ªa profesional. Su descubridor fue Juan Luis Mora, exportero del Levante, Valencia, Oviedo y Espanyol, que iba a por un defensa del Fuenlabrada y se entusiasm¨® con su velocidad y su regate. Dos seguimientos m¨¢s y en un hotel de Aranjuez consigui¨® su firma para el filial levantinista. Era 2011 y en 2014 se convirti¨® en jugador del primer equipo. Este curso empez¨® la temporada con una aut¨¦ntica obra de arte en la victoria por 0-3 al Betis, en la que hizo dos goles. En el 0-2 cogi¨® la pelota a 70 metros de la porter¨ªa, se llev¨® a todos e hizo un recorte dentro del ¨¢rea para luego acomodarse la pelota y marcar con el exterior. Un recorte que aprendi¨® en el f¨²tbol sala, sus or¨ªgenes en Getafe, y que utiliza siempre antes de finalizar. El f¨²tbol sala le imprimi¨® ese car¨¢cter regateador. Y en su tercera visita al Bernab¨¦u, lo puso patas arriba. Ha llegado tarde, pero va muy r¨¢pido.
El 'Panda' Borja Iglesias. Otro que ha explotado es Borja Iglesias. El delantero gallego (Santiago de Compostela, 1993), que s¨®lo hab¨ªa jugado 11 minutos en Primera en 2015 con el Celta, se convirti¨® este verano en el fichaje m¨¢s caro en la historia del Espanyol, que pag¨® al equipo gallego 10 millones de euros. Lo de Borja Iglesias es el triunfo de la normalidad, de un chico que ped¨ªa a sus padres que le llevaran las noches de los domingos al aeropuerto de Lavacolla (Santiago) junto a su amigo Emilio a esperar a que llegaran los autobuses de los equipos que hab¨ªan jugado o en Vigo o en A Coru?a a coger su vuelo. Mataban el tiempo jugando al f¨²tbol en el p¨¢rking y luego se daban a la caza del aut¨®grafo y de la foto. As¨ª consigui¨® uno de sus mayores tesoros, una foto con Fernando Torres. Un chaval que desde Santiago se fue a Valencia y se emocion¨® cuando el primer d¨ªa en el vestuario le dieron una mochila con la equipaci¨®n del equipo, ¨¦l que ven¨ªa de llevar un peto para cubrir una sudadera cualquiera. En el Celta B se convirti¨® en su m¨¢ximo goleador y form¨® parte del Panda Team, un mote que se ganaron tras bailar en la habitaci¨®n de un hotel de Palencia el single Panda del rapero Desiigner. El mismo panda que lleva tatuado en el tobillo y que le gu¨ªa para marcar goles: 22 el a?o pasado en Zaragoza y cuatro en estos 9 partidos en el Espanyol.