El premio es seguir intent¨¢ndolo
Los premios individuales en los deportes colectivos me dejan fr¨ªo. Es m¨¢s, considero que se deber¨ªa premiar a quien no gan¨® pero lo intent¨® con todo. El surtido de palmaditas en la espalda tras las victorias suele quedar escaso y no precisamente por la cantidad que se reciben.
Caso a parte es la soledad del entrenador en la derrota. Esa s¨ª que merece ser premiada. Quiz¨¢ Rubi haya recogido ese premio y no el de mejor entrenador catal¨¢n del a?o (junto a Sergio) por el ascenso con el Huesca. El entrenador del Espanyol vivi¨® en su d¨ªa la ausencia de la palmadita m¨¢s necesaria, la del consuelo.
Por tanto, prefiero considerar el reconocimiento al t¨¦cnico perico, a punto de dejar el f¨²tbol cuando las cosas no sal¨ªan, como un premio para los que tiran adelante porque s¨ª, por puro convencimiento. En cualquier ¨¢mbito, al final, llega el que m¨¢s aguanta. Rubi es de los que m¨¢s ha aguantado despu¨¦s de haber arriesgado todo. Esa elecci¨®n casi siempre se lleva por delante cualquier cosa, incluso un matrimonio.
El verdadero triunfo de Rubi no fue el ascenso, tampoco lo es este ilusionante inicio de temporada. Su victoria es seguir, porque ganar no es lo m¨¢s importante en el deporte, ni siquiera participar. El deporte y la vida no nos exigen la victoria, lo que nos piden ambos es que si realmente so?amos algo, no dejemos de intentarlo hasta el final.