Del coliderato a la vida real
Volvi車 el Espanyol a su Liga. Al h芍bitat de los puntos sufridos a domicilio. Pero sumados, aunque sea de uno en uno, que ya es algo. Y no existen muchos mejores escenarios que Vallecas para toparse con esa realidad en medio de una ilusi車n desbordada. Llegaba con la opci車n inopinada hace tan poco de irse a dormir nada menos que como col赤der y finalmente para conseguirlo necesit車 efectivamente irse a dormir, pero para so?ar. Puede que no le venga del todo mal al Espanyol esta vuelta a los matices, a la vida real, en la que no todos los d赤as es carnaval. Pero s赤 puede haber un carnaval en alg迆n momento de cada d赤a.
Encaj車 demasiado pronto el Espanyol el golpe del 1-0. Y sin embargo, cosas del f迆tbol, no solo no acus車 ese mazazo psicol車gico sino que exhibi車 sus mejores minutos de f迆tbol, ese que ha enamorado a propios y extra?os, justo a partir de ese instante. Y hasta el 1-1. Exhibici車n de posesi車n, de persistencia, de madurez y de solidaridad. Y de f迆tbol ofensivo. Como el que permiti車 que anotase Borja, esa acumulaci車n de jugadores al remate que tambi谷n ayud車 en el tanto que significaba la remontada. Demasiado bonito para ser real.
Llegar赤a el penalti, inocente y justito, de D赤dac y una segunda parte en que Rubi mostr車 la versi車n B de este Espanyol, m芍s estajanovista, pragm芍tica, directa. Pero imprecisa e insuficiente, ante un Rayo que fue el espejo de los pericos. Y por eso probablemente empataron. El coliderato deber芍 esperar. Los sue?os, tambi谷n.