La impresentable expulsi車n de Cristiano
En las fotos de jugadas de 芍rea de antes de la guerra se pod赤a ver a un se?or de traje negro sentado en una sillita de enea junto al palo. Era el &juez de gol*, del que se asesoraba el 芍rbitro en casos de &goles fantasma*, frecuentes en tiempos en que el estado de las redes era malo. Con el tiempo, los espectadores menos educados, que fueron a m芍s, hicieron de esos jueces de gol objeto de su punter赤a con cualquier tipo de cosa, y hubo que quitarlos. Hace unos a?os Platini, que era contrario al VAR, los restableci車 en las competiciones europeas, en la idea de que doce ojos (cuento ya tambi谷n el cuarto 芍rbitro), ven m芍s que ocho.
La primera impresi車n es que no serv赤an para nada, porque les vimos comerse cada cosa... Pero visto lo de Cristiano Ronaldo, casi echo en falta aquella inhibici車n permanente. Un entrometido llamado Marco Fritz crey車 ver no s谷 qu谷 en un m赤nimo roce entre Cristiano y Murillo, y Brych tuvo que atenderle y expuls車 a Cristiano. Vi谷ndole c車mo lloraba se le part赤a a uno el alma. Y se le parte m芍s cuando se piensa que por menos de nada le van a caer entre uno y tres partidos, porque la UEFA no es nada proclive a hacer eso de lo que aqu赤 se abusa (recuerden la retirada de la tarjeta a Roque Mesa), y en Cristiano a la injusticia se a?adir芍 el escarnio.
No puede circular por el f迆tbol gente tan ligera de juicio como ese entrometido que situaron tras la raya, que comprometi車 a su compa?ero-jefe, Brych, amarg車 a Cristiano y nos ensombreci車 la mirada a todos. Por desgracia, esa especie de corporativismo de poder en el que se mezclan 芍rbitros y bur車cratas en la UEFA me temo que le deje impune. No imagino una sanci車n para 谷l, pero la merecer赤a, y a ser posible larga, para que medite. Porque expulsar a alguien de cualquier sitio, un restaurante, un autob迆s o un campo de f迆tbol, es someterle a una humillaci車n, y para eso hacen falta motivos serios, no la arbitrariedad de un diletante.