Ilusionados, claro: somos el Espanyol
Sonrisa de medio lado, ganas de hablar de f¨²tbol y una ilusi¨®n que, de no ser por la mochila cargada de desenga?os de temporadas anteriores, ser¨ªa incontrolable. El espa?olismo est¨¢ feliz, eso es innegable. Tan innegable como que tan solo se llevan disputadas dos jornadas de la reci¨¦n estrenada temporada 2018-19. Estamos en plena ¨¦poca de conclusiones precipitadas, incluso a¨²n vivimos en el mes de los amores veraniegos, pero a nosotros, si nos dan elegir, nos gustar¨ªa volver a equivocarnos por optimistas. As¨ª que, s¨ª, este a?o s¨ª, esta vez s¨ª que parece la buena.
Este curso estamos ante un ¡®Espanyol de autor¡¯ con buena pinta, un autor que habla poco y vende menos en las ruedas de prensa. Aqu¨ª no hay motos ni humo. Hay f¨²tbol. La plantilla parece haber reinventado el camino, ahora que estamos faltos de un ¡®jugador bandera¡¯ tras la marcha de Gerard. El equipo sobre el verde transmite confianza y en la grada, ilusi¨®n.
Ser del Espanyol es as¨ª, ya lo sabemos. Tendemos a ilusionarnos y desilusionarnos con pasmosa facilidad. Pero es que somos as¨ª, somos pericos todos los d¨ªas. Nosotros nos entendemos. Vivir con esta ilusi¨®n por lo poco que llevamos visto del Espanyol de Rubi, solo lo entendemos nosotros, que somos pericos, con todos los matices y ¡®peros¡¯ que lleva incorporado el estar ilusionado por un proyecto blanquiazul.