El Barcelona de la fuerza y de la idea
El Bar?a que se present¨® ante los aficionados m¨¢s puros, o por lo menos m¨¢s homologables a la tradici¨®n cul¨¦, se desayunaron antes que nadie con la inauguraci¨®n solemne de una capitan¨ªa, la de Messi, que ha se?alado el camino: obtener la Champions. Fue en el partido apacible contra el Boca Juniors, que hizo honor a su apellido: tan gran equipo antes, tan junior en este momento, un equipo juvenil lleno de veteranos.
El Bar?a no tuvo rival, pero mostr¨® sus nuevas credenciales, entre las cuales hay est¨¦tica de la potencia (Vidal) y poes¨ªa del f¨²tbol modo Iniesta (Arthur, Riqui Puig), que son dos almas que coexisten desde antiguo con diferentes intensidades. El resultado del juego fue prometedor: la combinaci¨®n no sabe mal. Pero es m¨¢s potente ahora la idea de fuerza que la fuerza de la idea. Si luego no hubiera mostrado el Atl¨¦tico sus armas ante el Madrid, podr¨ªa haberse pensado que esa plantilla bien equilibrada, en la que de nuevo asoma, t¨ªmidamente, la cantera naci¨® con aire de imbatibilidad.
El equipo de la idea, que naci¨® con Cruyff y se prolong¨® con Rijkaard, Guardiola y Tito, y que se hizo m¨¢s potente con Luis Enrique, tras un curso en el limbo del Tata, se resuelve en la era Valverde en una combinaci¨®n de todos esos Bar?as que son un solo Bar?a, el que quiere ganar.
Hasta ahora no se le hab¨ªa escuchado a Messi, l¨ªder del Bar?a de la idea, hacer una proclama de guerra tan directa: a por las Champions. Es el camino. ?Tirar LaLiga? Ya ver¨¢n como aquel sue?o no ser¨¢ sustituido en la mente del nuevo capit¨¢n.