Jakob Ingebrigtsen, la revoluci¨®n empieza en casa

Un d¨ªa despu¨¦s de ganar los 1.500 metros, Jakob Ingebrigtsen, un adolescente de 17 a?os que corre como un demonio, venci¨® en los 5.000 con una autoridad que s¨®lo est¨¢ reservada a los elegidos del atletismo. De alguna manera es un elegido. Es el m¨¢s joven del terceto Ingebrigtsen, que a su vez forman parte de los siete hijos de una familia que tiene tanto de particular que, en alg¨²n aspecto, roza lo patol¨®gico. La carrera, y su resultado, dice todo de la mec¨¢nica interna de esta saga noruega. Henrik Ingebrigtsen, 27 a?os, campe¨®n europeo de 1.500 metros hace seis, fue segundo en la final, un puesto mal aceptado por su entrenador: Gjert Ingebrigtsen, el padre, l¨ªder y jefe de estos Von Trapp de la pista.

Les gusta tanto definirse como equipo que s¨®lo les falta un himno y una bandera. Los Ingebrigtsen son el producto de su talento y del trabajo de laboratorio dise?ado obsesivamente por su padre desde que nacieron. No hay casos tan radicales, pero en el mundo del deporte no faltan familias de impacto -los tres hermanos Borlee (Kevin, Jonathan y Dylan) formaron parte del equipo belga que gan¨® ayer el relevo 4x400 en el que Espa?a fue bronce-, ni padres dedicados a la preparaci¨®n t¨¦cnica de sus hijos desde la m¨¢s tierna infancia. Adiestrado por su padre estadounidense en Luisiana, Armand Mondo Duplantis, el joven fen¨®meno sueco (nacionalidad de su madre) ser¨¢ tan favorito hoy como el m¨ªtico franc¨¦s Renaud Lavillenie en la final de p¨¦rtiga.

Gran noticia. Jakob Ingebrigtsen es una gran noticia para el atletismo, pero tambi¨¦n invita a la preocupaci¨®n. Su padre rechaza el modelo convencional de educaci¨®n y considera que el sistema ablanda a los j¨®venes. Autodidacta y due?o de un ego descomunal, Gjert Ingebrigtsen afirma que s¨®lo vive para ganar. Sus hijos son la expresi¨®n f¨ªsica de su obsesi¨®n. Alguno de ellos no ha resistido la presi¨®n, o ha tenido la personalidad para desvincularse de un modelo neur¨®tico. Cualquiera puede apreciarlo en el documental de horas que la televisi¨®n noruega ha realizado con esta familia singular.

Otro m¨¢s. Al equipo le faltaba una pieza: Filip, el hermano mediano, 25 a?os, campe¨®n de Europa en 2016, tercero en el Mundial de Londr¨¦s el pasado a?o. Todos han sido programados para ser campeones y todos lo han conseguido, pero ninguno ha despertado m¨¢s expectativas que Jakob, el predestinado. Dedicado casi profesionalmente al atletismo desde los 13 a?os, Jakob Ingebrigtsen se ha saltado todas las etapas que corresponden a la progresi¨®n de un atleta. Con 16 a?os compet¨ªa con los mejores del mundo. Lo m¨¢s sorprendente del caso es que nunca ha defraudado en sus apariciones.

Alto, potente y cerebral, Jakob es un ni?o que corre como un curtido veterano. Nunca da la impresi¨®n de sentirse superado por las circunstancias de la carrera. Gan¨® los 1.500 con un progresivo ataque de 900 metros. Ni acus¨® la fatiga, ni pag¨® el precio de las emociones. 24 horas despu¨¦s gan¨® sin pesta?ear la final de 5.000 metros. A falta de tres vueltas se coloc¨® en cabeza, escoltado por su hermano, y poco a poco levant¨® el vuelo. No hubo nadie capaz de apurarle, ni su hermano mayor, que pareci¨® un mu?eco frente al poder¨ªo de un chiquillo que est¨¢ dispuesto a revolucionar el medio fondo. Detr¨¢s, un padre, un jefe, un ide¨®logo se sentir¨¢ satisfecho. O no, gan¨® un Ingebrigtsen pero perdi¨® otro. Y eso lo lleva muy mal.