Los condicionantes de transportar una e-bike en el coche
Llevar una bicicleta el¨¦ctrica en autom¨®vil presenta ciertas particularidades que conviene tener en cuenta.
Uno de los grandes encantos del ciclismo, en casi cualquiera de sus modalidades (imagino que en pista quiz¨¢ no tanto), es descubrir parajes practicando deporte. Una posibilidad que supone en determinados casos un desplazamiento por carretera para iniciar una ruta pedaleando, con la consiguiente necesidad de transportar la bici en alg¨²n veh¨ªculo.
No pretendo aqu¨ª hacer un repaso a las diferentes opciones que al respecto ofrece el transporte p¨²blico. Tampoco se trata de reincidir en una cuesti¨®n tan manida como las distintas formas llevar una bici en un autom¨®vil particular, incluso la propia Direcci¨®n General de Tr¨¢fico ofrece ampl¨ªsima informaci¨®n al respecto, al igual que numerosas p¨¢ginas web de todo tipo. Mi intenci¨®n es, como siempre desde la experiencia personal, abordar los condicionantes que presentan las e-bikes por sus caracter¨ªsticas particulares.
Ya sabemos que las bicicletas el¨¦ctricas son, por lo general, m¨¢s aparatosas en algunas de sus dimensiones pero sobre todo m¨¢s pesadas que las convencionales de su estilo. Una pedelec de monta?a, por referirnos a la disciplina m¨¢s popular en esta tipolog¨ªa, duplicar¨¢ como m¨ªnimo en kilos a una normal correspondiente en talla, sistema de suspensi¨®n, frenos, tipo de neum¨¢ticos¡ Una diferencia significativa que debemos tener muy en cuenta a la hora de transportarlas en un turismo.
Las alternativas para cubrir esta necesidad de movilidad son id¨¦nticas para una e-bike que para cualquier otra bicicleta, s¨®lo que insisto condicionadas por el peso de la m¨¢quina. Empecemos por la opci¨®n de meterla en el maletero del coche, una operaci¨®n que siempre me ha parecido un engorro y mucho m¨¢s a¨²n cuando lo que se debe mover en un espacio tan limitado son m¨¢s de 20 kilos de tubos y piezas que se pueden enganchar en cualquier zona del interior del veh¨ªculo, con el riesgo de que se produzcan da?os en una u otro parte.
Pasemos al portabicis de techo. Otra soluci¨®n que, personalmente, s¨®lo me ha convencido para bicicletas muy ligeras como las de carretera. Incluso con productos de calidad y sujeci¨®n firme, siempre que veo dos o tres bicis de monta?a cimbreando en el techo de un coche me da la impresi¨®n de que van a salir despedidas en cualquier momento (lo que no quiere decir que vaya a ser as¨ª, obviamente).
La necesidad de un sistema de fijaci¨®n fiable resulta especialmente importante con tantos kilos de una e-bike, los mismos que provocan que me parezca casi una gesta de halterofilia elevarla a pulso por encima de la cabeza para depositarla en la parte superior del veh¨ªculo. Poderse, por supuesto que se puede pero insisto en que no me parece lo ideal para este tipo de bicis.
Otra soluci¨®n habitual entre los aficionados al ciclismo son los portabicis de port¨®n. Creo que es bastante adecuada tambi¨¦n para las e-bikes aunque, como en el caso anterior, es importante recurrir a un sistema de calidad para disponer de todas las garant¨ªas necesarias de las correas y enganches soportar¨¢n sin problemas sus kilos de m¨¢s.
Partiendo de esta premisa, me parece una buena f¨®rmula para una o dos bicis, meterle m¨¢s de 60 kilos al anclaje llegando a tres lo veo un tanto arriesgado. Desde luego que, como en cualquier otro dispositivo homologado, el fabricante ofrecer¨¢ la informaci¨®n precisa sobre el peso m¨¢ximo admitido por su producto, que se debe respetar escrupulosamente e incluso yo dir¨ªa que con el mayor margen posible.
Llegamos al que para m¨ª es el mejor sistema para transportar e-bikes (dejando al margen las furgonetas o los remolques tipo moto, claro est¨¢). Se trata del portabicis de de bola, los dispositivos que se acoplan a un enganche espec¨ªfico instalado en la parte posterior de los bajos del coche. Una plataforma s¨®lida y amplia, que puede llegar a alojar hasta cuatro bicicletas (siempre dependiendo de su homologaci¨®n), de instalaci¨®n sencilla y que tampoco presenta problema alguno a la hora de subir y bajar las bicis.
Como nada es perfecto, tiene algunos inconvenientes sobre todo econ¨®micos que limitan su utilizaci¨®n; el montaje del enganche en caso de no disponer de ¨¦l es caro (en torno a los 500 euros), es necesario el tr¨¢mite de una ITV espec¨ªfica para la instalaci¨®n (unos 50 euros) y el propio portabicis tiene un precio que tampoco es desde?able: dependiendo de la marca, modelo y n¨²mero de bicis transportable pueden oscilar entre 500 y 600 euros. Una pasta, nadie lo puede negar, aunque si eres de los que te gusta moverte con frecuencia con tu bici en el coche, la inversi¨®n a largo plazo habr¨¢ merecido la pena sin duda.
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