Ya veremos si Froome corre el Tour

Este julio se cumplen 20 a?os del caso Festina, un esc¨¢ndalo que cambi¨® para siempre el deporte. Despu¨¦s de los hechos que sucedieron al arresto del masajista Willy Voet con una arsenal de productos en su coche, se transform¨® la pol¨ªtica antidopaje con la creaci¨®n de la AMA, con la implicaci¨®n de los gobiernos y de la justicia, con la unificaci¨®n de los reglamentos, con la investigaci¨®n de m¨¦todos, con la detecci¨®n de la EPO, con el pasaporte biol¨®gico... Muchas cosas han cambiado a mejor desde aquello, pero a¨²n quedan asignaturas pendientes. La principal es la lentitud con la que se resuelven los procesos. Chris Froome es el mejor ejemplo. Todav¨ªa no sabemos si mantendr¨¢ su victoria en la Vuelta a Espa?a 2017 y, por el camino, ha ganado el Giro de Italia 2018, que tambi¨¦n le podr¨ªa ser arrebatado.

El Tour de Francia vivi¨® una convulsi¨®n en aquel 1998 y estuvo a punto de no llegar a Par¨ªs. La mejor carrera del mundo, que hasta entonces miraba para otro lado, como casi todos los estamentos, decidi¨® ponerse al frente de esa lucha antidopaje, como le exig¨ªa la sociedad francesa. Hab¨ªa que dar el paso o morir. Desde entonces, el Tour se reserva el derecho de admisi¨®n por una cuesti¨®n de imagen. Pero esa norma entra en conflicto con otras normas. Si Froome est¨¢ compitiendo, no lo olvidemos, es porque el reglamento se lo permite. El Tour ya vet¨® en diferentes momentos las participaciones de Virenque, Saiz, Boonen y el Astana, pero tuvo que recular ante las decisiones de arbitraje. El Sky ha recurrido la prohibici¨®n a Froome. Ya veremos qu¨¦ pasa esta vez. Los precedentes juegan a favor del ciclista.