La Play Station, principal entretenimiento de los jugadores de La Roja
Vicio. Entre partido y partido, los jugadores de la Selecci¨®n espa?ola hacen m¨¢s cosas a parte de entrenar. El hobby m¨¢s com¨²n entre los futbolistas de La Roja es jugar a la Play Station. Lucas V¨¢zquez, Asensio, De Gea y Azpilicueta son los m¨¢s enganchados a la consola, eso s¨ª, seg¨²n cuentan, nadie es rival para Carvajal en el juego de moda, el Fornite.
Souvenir. En la calle peatonal Nikolskaya de Mosc¨², a un par de manzanas de la Plaza Roja, hay una tienda de recuerdos que se ha hecho famosa por vender matrioshkas (mu?ecas tradicionales rusas) con las caras y las camisetas de los jugadores del Mundial. Cada una tiene un valor entre 300 y 400 euros, por eso sorprende que hayan tenido bastantes fallos en las mu?ecas que representan a los jugadores de Uruguay. God¨ªn, por ejemplo, est¨¢ representado con la cara del Mono Pereira y el Cebolla Rodr¨ªguez lleva la camiseta del Atl¨¦tico de Madrid en vez de la de la Celeste. Piezas de coleccionismo.
Cesarini. Un obrero alem¨¢n gan¨® 259.532,09 euros en una apuesta combinada de 12 partidos de la primera fase que estuvo marcada por los goles en los ¨²ltimos minutos de los partidos, lo que comunmente se conoce como la zona Cesarini, en honor al delantero italo-argentino de los a?os 20 y 30 que acostumbraba a marcar en los minutos finales. Los goles de Kroos a Suecia, de Aspas a Marruecos, y el de Rojo a Nigeria fueron claves para que este alem¨¢n se llevara el premio. As¨ª, la eliminaci¨®n de Alemania doler¨¢ menos, imagino.
Sensibilidad. El canal en espa?ol m¨¢s visto en el mundo es la cadena estadounidense Telemundo. Los dirigentes de este canal suspendieron el pasado viernes a los presentadores James Thahhan y Janice Bescomen del programa Un Nuevo D¨ªa, que en una emisi¨®n hicieron el gesto de rasgarse los ojos con las manos para burlarse de los jugadores de Corea del Sur. Ambos han pedido perd¨®n p¨²blicamente por haber ofendido a las personas de raza asi¨¢tica ante m¨¢s de 12 millones de espectadores. No es para menos.