Casemiro, Maluma y s¨®lo Margot recibiendo a la selecci¨®n sueca

Elogios. Aunque parezca dif¨ªcil, hay un jugador en Brasil que le roba unos poquitos elogios a Neymar. Se trata de Casemiro. Felipe Scolari, t¨¦cnico de la canarinha campeona del Mundo en Corea-Jap¨®n 2002, dijo esta semana que el centrocampista del Madrid es el que ¡°de verdad marca la diferencia, no Neymar¡±. Gilberto Silva, mediocentro titular de aquella Brasil en la que jugaban Ronaldinho, Rivaldo y Ronaldo, tambi¨¦n lo ve insustituible: ¡°Es el mejor¡±.

Seguridad. No?l Le Graet, presidente de la Federaci¨®n Francesa de F¨²tbol, no pudo entrar en el hotel de concentraci¨®n de la selecci¨®n francesa en Istra, a las afueras de Mosc¨², despu¨¦s de haber salido sin su acreditaci¨®n. Los de seguridad no le reconocieron y le prohibieron la entrada. Cuando finalmente logr¨® acceder, se mostr¨® hostil con el operativo. En su enfado, lleg¨® a comparar el hotel con un b¨²nker.

Artista. El cantante de reggaeton colombiano Maluma, mundialmente famoso por su canci¨®n Felices los cuatro, visit¨® en Mosc¨² a la selecci¨®n mexicana en su primer entrenamiento en Rusia. Fue invitado por su compatriota Juan Carlos Ossorio, actual seleccionador de M¨¦xico. Al terminar el entrenamiento, Maluma intent¨® dar una muestra de sus dotes futbol¨ªsticas ante unas decenas de fans. Tras dar unas cuantas pataditas, el artista se atrevi¨® a retar al portero mexicano Jes¨²s Corona, guardameta del Cruz Azul, a marcarle un penalti. Le dio realmente mal al bal¨®n y lanz¨® el penalti fuera provocando la risa de los presentes. Lo suyo es sin duda la m¨²sica.

Incondicional. La llegada de la selecci¨®n sueca a Rusia fue bastante desangelada. Tanto es as¨ª que s¨®lo una aficionada recibi¨® a los jugadores suecos en el aeropuerto de Gelendzhik, una ciudad situada en la orilla del Mar Negro. La fidelidad de la incondicional Margot, de 15 a?os, sueca de nacimiento y residente en Rusia, no obtuvo recompensa. Ni siquiera pudo saludar a sus ¨ªdolos, que salieron del avi¨®n directo a un autob¨²s que los dej¨® en el hotel de concentraci¨®n.