Los planes de Lopetegui
El viernes comienza lo bueno. Somos muchos los que recuperamos la ilusi¨®n de siempre cuando llega una nueva cita mundialista y vemos competir a los nuestros. Ahora somos favoritos de verdad, no s¨®lo en sue?os. Y Portugal nos plantear¨¢ un debut muy exigente, para dejarnos claro que ya no hay apenas margen de error. El f¨²tbol no espera a nadie y menos en la mayor competici¨®n de este deporte. O se demuestra todo dentro del rect¨¢ngulo verde o te vas a casa en un abrir y cerrar de ojos. Como nos pas¨® hace cuatro a?os cuando nos partieron la estrella en el pecho.
El ¨²ltimo ensayo mostr¨® vicios en el juego que m¨¢s vale esconder a partir del pr¨®ximo viernes. La diferencia entre una posesi¨®n apabullante y otra insulsa la marcan las intenciones y actitudes colectivas. Seguimos teniendo una Selecci¨®n excelente, pero la nueva hornada debe encontrar su camino. Seguir los pasos del periodo 2008-2012 parece misi¨®n imposible. En vez de comparar listones, todos, dentro y fuera del equipo, debemos partir de cero en las valoraciones.
T¨²nez demostr¨® cu¨¢l es la manera m¨¢s efectiva para incomodarnos cuando el plan A no nos sale con la fluidez a la que nos acostumbr¨® La Roja campeona. Pero la gran noticia fue que Lopetegui nos confirm¨® su capacidad para buscar alternativas. Lo tiene planeado desde la misma convocatoria. Lucas y Asensio, especialistas de banda, han venido para abrir el campo cuando la finura y grandiosidad t¨¦cnica no sean las suficientes para romper la tela de ara?a del rival. La idea inicial busca ganar las esquinas del ¨¢rea, all¨ª donde Iniesta o Thiago o Koke encuentran a Silva o a Isco. Estos dos artistas pueden inventar una finalizaci¨®n si cuentan con la ventaja del bal¨®n controlado en esa zona. Pero es la combinaci¨®n m¨¢s complicada y requiere una gran actuaci¨®n de todos los miembros de medio campo hacia adelante. No fue el caso del pasado s¨¢bado. El seleccionador habl¨® de imprecisi¨®n, a lo que habr¨ªa que a?adir un ritmo di¨¦sel y sin acelerones y una llamativa falta de imaginaci¨®n en la b¨²squeda de asociaciones. Adem¨¢s, suele pasar que, cuando se dan estos vicios en un equipo dominante, aparecen errores groseros en pases sencillos. Justo lo que est¨¢ esperando el adversario para reventarte del todo la confianza con un gol a traici¨®n. T¨²nez desaprovech¨® alguna ocasi¨®n clar¨ªsima. Cualquier selecci¨®n de octavos para adelante nos hubiera puesto con pie y medio en el avi¨®n de vuelta.
Pero lo dicho, cuando la espesura nos cierre el camino, sin duda aparecer¨¢n los j¨®venes extremos madridistas para acelerar el ataque por fuera. Se buscar¨¢n jugadas m¨¢s sencillas, de desborde, centro y remate, o ganar la l¨ªnea de fondo, con ayuda de Alba y Carvajal, desde donde acortar el camino al gol.
Si este plan B tampoco consigue derribar la muralla, Lopetegui tiene una tercera v¨ªa. Componiendo una defensa de tres, salen las cuentas para a?adir otro delantero al ataque. As¨ª lleg¨® el gol de Aspas previa conexi¨®n entre Busquets y Costa. Si al cansancio acumulado le a?ades volantazos bruscos en la disposici¨®n t¨¢ctica, es habitual que el rival acabe mostrando alg¨²n resquicio. Los seis cambios permitieron todas estas pruebas, imposibles en un duelo oficial. Pero ya sabemos lo que tiene preparado el entrenador espa?ol para cuando el gol se resista. Y las posibilidades se multiplican imaginando distintos jugadores y combinaciones entre estos planes.
El ¨²ltimo Espa?a-Portugal mundialista demostr¨® lo importante que es barajar cuantos m¨¢s registros mejor. Y sobre todo en torneos tan cortos. En Ciudad del Cabo, el partido marchaba muy igualado en cuanto a ocasiones. Escasas. Hasta que, a falta de media hora para el final, Del Bosque introdujo a Fernando Llorente. A base de ¨ªmpetu y despliegue f¨ªsico, el riojano consigui¨® meter en su ¨¢rea a los centrales lusos, Bruno Alves y Carvalho, los dos ayud¨¢ndose para frenar al ariete rubio. Ese empuje abri¨® la brecha necesaria para que, al fin, llegara el gol de Villa y la clasificaci¨®n.
Esta Selecci¨®n tiene otras armas y la buena noticia es que hay varios caminos ensayados. Ya ser¨¢ la clarividencia de Lopetegui a la hora de diagnosticar los problemas y decidir las soluciones sobre la marcha la que deber¨¢ ayudar a los jugadores a conseguir la victoria.
La peor noticia que dej¨® el partido ante T¨²nez fue realmente la facilidad con la que el rival encontr¨® ocasiones y llegadas claras. De nada sirve tener alternativas en ataque si el juego defensivo ofrece carencias. Precisamente, los d¨ªas de espesor en la posesi¨®n son los que requieren mayor compromiso y eficiencia defensivos. Con el cero en contra, a pesar de tener un d¨ªa malo, todo es subsanable con un ramalazo de genialidad, un zarpazo de determinaci¨®n como los que acostumbra a hacer Sa¨²l, por ejemplo, o un acierto a bal¨®n parado como los letales de Sergio Ramos. Todos estos planes y m¨¢s ser¨¢n necesarios para alcanzar el ¨¦xito supremo. Empieza lo bueno. Buena suerte, Espa?a.
Carlos Matallanas es periodista, padece ELA y ha escrito este art¨ªculo con las pupilas.