Hasta Messi da la raz車n al capit芍n
Me encanta el liderazgo que asume Sergio Ramos cada vez que se acerca una final de la Champions. Su territorio privado de caza. Su gol de oro y diamantes en Lisboa le dio un halo de infalibilidad en la Copa de Europa que ha terminado por convertirlo en el talism芍n de la competici車n para el Madrid. Su Madrid. El capit芍n es mucho m芍s que un brazalete enroscado en torno a un brazo musculado y tatuado en casi toda su epidermis. ?l maneja el cotarro, se lleva de cena a los pesos pesados de la plantilla d赤as antes para aleccionarles de c車mo enfocar la batalla final, intimida a los rivales con su sola mirada y, adem芍s, cuando coge el micr車fono apunta al coraz車n de los madridistas. Da gusto escuchar eso de ser ※los reyes de Europa§.
No es prepotencia. No es falta de respeto al enemigo. Es simplemente la constataci車n de lo que es este club de leyenda. El Liverpool es feliz por jugar una final de Champions once a?os despu谷s. Pero en el hotel de concentraci車n en Roma todos cruzaban los dedos para que el Bayern eliminase al equipo de Zidane (la semifinal de los vigentes campeones se jug車 en la v赤spera del Roma-Liverpool). No lo digo yo. Lo ha reconocido Messi en unas declaraciones que le dignifican: ※El Madrid tiene algo propio. Jugando mal, ganan. A nosotros nos cuesta m芍s§. Pues s赤, Leo. Lo bueno de pertenecer al Madrid es que superas una 迆lcera de est車mago con una aspirina. Nada de hospitales. Aqu赤, las hemorragias las resolvemos levantando Champions...