En abril corzos mil
A escasas horas, ya tenemos en el punto de mira el momento con el que sue?an infinidad de apasionados del rececho al corzo (Capreolus capreolus).
A escasas horas, ya tenemos en el punto de mira el momento con el que sue?an infinidad de apasionados del rececho al corzo (Capreolus capreolus).
El rececho siempre es una delicia. Y si hablamos del corzo, para qu¨¦ decir m¨¢s. A esta caza le adornan tantas virtudes venatorias que enamora a todos los que se inician en ella.
Quiz¨¢ sean los indescriptibles escenarios donde se rececha, donde se juegan los lances; incluso la primavera reci¨¦n estrenada juega un papel fundamental, tanto por la propia belleza de esta estaci¨®n, llenando de colores y olores nuestros campos, como por tratarse de una ¨¦poca en la cual no se practica la caza menor ni tampoco hay monter¨ªas.
Pero por encima de todos estos argumentos, su propia magia reside en que la pr¨¢ctica del rececho del corzo es una forma de caza muy personal y satisfactoria como pocas. Consecuencia de ello, poco m¨¢s se puede a?adir para entender por qu¨¦ este peque?o c¨¦rvido desata tanta pasi¨®n.
Ya empieza la funci¨®n y est¨¢ todo listo para disfrutar del corzo vi¨¦ndole carear por las incipientes siembras abrile?as. Inolvidables se convierten esas ma?anas primaverales, a¨²n frescas, a las que la naturaleza pone olores, colores y m¨²sica, al igual que ocurre en los alborotados atardeceres de esta infinita estaci¨®n, c¨®mplice del color y de las ef¨ªmeras nubes grises.
Con el tel¨®n abri¨¦ndose para la mejor de las actuaciones del a?o, quiero darles un consejo para evitar lamentaciones posteriores. ?Ojo!, esta temporada, antes de disparar, observen, juzguen y valoren bien el trofeo del animal que tienen delante.
As¨ª que ya saben, salvo los ejemplares adultos, cuyas cuernas estar¨¢n limpias de correal en estas fechas en cualquier latitud, tengan cuidado en la toma de decisiones, no se precipiten en el momento de apretar el gatillo y valoren bien las hechuras del animal y su trofeo, en especial la altura y grosor del mismo. Piensen que, para a?os sucesivos, puede ser un corzo mucho mejor.
A colaci¨®n del p¨¢rrafo anterior sigue abierta la pol¨¦mica sobre la conveniencia de mantener o retrasar el desvede. En mi modesta opini¨®n, existen bastantes m¨¢s razones para inclinarse por la apertura en abril del corzo que atrasar la fecha a mayo. Razones:
El impacto del furtivismo era a¨²n m¨¢s acusado cuando se abr¨ªa en mayo gracias a la mayor movilidad de los machos en marzo y abril, as¨ª como el poco estr¨¦s sufrido por estos animales en los ¨²ltimos meses al no padecer acoso venatorio en su medio. Estos inmorales dispon¨ªan de m¨¢s tiempo, desde mediados de marzo hasta bien entrado abril, para cometer sus desmanes con la mayor impunidad del mundo.
Por otra parte, al desvedarse la especie en abril, la posibilidad de abatir mejores trofeos es mayor, sencillamente, por la territorialidad de estos animales, acentu¨¢ndose m¨¢s en los machos viejos, pues su ocupaci¨®n primordial es defender la jerarqu¨ªa territorial, lo que les hace m¨¢s f¨¢ciles de localizar.
Y opino que no se hace ning¨²n da?o al medio por quitar un buen trofeo, pues en breve ser¨¢ reemplazo por otro macho buscando el dominio de ese territorio. As¨ª llegan sangre y fuerza nuevas y los ejemplares j¨®venes mejor dotados pasan a ocupar una categor¨ªa superior, a tener unas posibilidades, que de otra forma hubiera sido complicado que obtuviesen, al menos durante un tiempo.
?Salud y buena caza!