Un juego que marca serias diferencias
Este juego te permite poner en una balanza dos opciones diferentes y te ayuda a decidir de qu¨¦ lado te posicionas.
Por todos es bien sabido que la mejor forma de poder ense?ar a un ni?o es jugando con ellos, ya que asocian el aprendizaje con algo divertido y es por eso que su asimilaci¨®n se hace m¨¢s fuerte y duradera en el tiempo. Aprender de una forma did¨¢ctica.
Por ello, y viendo que ¨²ltimamente esta sociedad se olvida tanto de aprender como de jugar, me he propuesto mi propio juego: las 6 diferencias. Este juego te permite poner en una balanza dos opciones diferentes y te ayuda a decidir de qu¨¦ lado te posicionas.
A esta altura de la lectura muchos se preguntar¨¢n que tiene que ver con la din¨¢mica de un blog de caza. Respuesta sencilla, hoy juego a las diferencias entre los que se autodenominan "ecologistas" y de los cazadores.
?Comienza el juego!
1? diferencia
Ellos reciben subvenciones por "defender" la naturaleza. No lo hacen, en su mayor¨ªa, de manera vocacional. Pocos salen a observar el monte, a limpiarlo...
Al cazador le cuesta dinero ejercer la actividad cineg¨¦tica, dinero que, por cierto, la administraci¨®n no destina al cuidado de la naturaleza. Salimos al campo de forma voluntaria a llevar alimento en malas ¨¦pocas, a sembrar para refuerzo de alimentaci¨®n a la fauna, hacemos bebederos, limpiamos el monte para evitar que en caso de fuego se extienda, abrimos caminos en la nieve para darle una salida a los animales atrapados, etc. Y todo esto de forma altruista e incondicional, ya que sale de nuestro bolsillo, a lo que sumamos lo que pagamos por cazar.
2? diferencia
Ellos hablan desde despachos o en la comodidad de sus casas. Lo hacen de una realidad que no conocen in situ.
El cazador habla desde el campo, pues pasa infinidad de horas a lo largo del a?o en el medio rural, conociendo la realidad de la situaci¨®n de la fauna y flora desde su h¨¢bitat natural y escuchando los susurros del campo.
3? diferencia
Manipular y alteran la verdad.
En su af¨¢n de hacer llegar a la gente sus pensamientos, los "ecologistas" no dudan en manipular informaciones, hacer llegar falsas noticias en los medios de comunicaci¨®n, trastocar informes oficiales, y esto es algo evidente en cientos de casos en lo que se demuestra que fotos que publican no muestran la verdad o est¨¢n manipuladas. Al igual que los v¨ªdeos, informes manipulados tanto del Seprona o de cient¨ªficos, intentando enga?ar a la sociedad.
Nosotros, cuando transmitimos las carencias o necesidades de la naturaleza, lo hacemos con estudios cient¨ªficos desde el mismo campo, contamos la realidad tanto en lo bueno como en lo malo y lo hacemos desde el conocimiento del medio. Claro ejemplo de ello es el Proyecto Aequilibrium de la ACE.
4? diferencia
Nos llaman asesinos por cazar, pero no les tiembla el pulso en intentar impulsar una ley de especies invasoras en la que se pretende aniquilar y exterminar a especies como la carpa, el arru¨ª, el black-bass, etc.
Nosotros salimos a la calle a defender la vida de estos animales manifest¨¢ndonos por diferentes ciudades de toda Espa?a de una manera pac¨ªfica.
5? diferencia
Todo su esfuerzo es prohibir la caza, sin importarles las consecuencias que la superpoblaci¨®n de especies puede conllevar. Claro ejemplo el de la Sierra de Guadarrama en Madrid, donde han puesto una "demanda" para paralizar la regulaci¨®n de la cabra mont¨¦s, sin pararse a pensar que puedan desaparecer por las enfermedades que provoca una superpoblaci¨®n (tuberculosis, sarna...). y tambi¨¦n puede pasar al ganado de consumo de la Sierra de Madrid y las consecuencias que puede llegar a tener sobre el consumidor final.
La caza regula las superpoblaciones de una forma racional a cada caso particular, buscando el equilibrio de las mismas, evitando que desaparezcan.
6? diferencia
No dudan de equiparar una vida humana a la de un animal, de alegrarse de la muerte de un cazador o un torero, incluso de celebrar la muerte de un ni?o. Erradicar los ¨ªndigos naturales de los animales, como en el caso de los perros de caza, comport¨¢ndose con los animales como si fueran sus propios hijos.
Nuestro colectivo no se alegra de ning¨²n mal al ser humano ni a los animales, nos volcamos en la ayuda a personas necesitadas, cat¨¢strofes naturales, etc. Y tenemos muy claro que no existe peor maltrato animal y desprecio al mismo que pretender humanizarlos, intentando erradicar su naturaleza e instintos.
Podr¨ªa seguir con las diferencias sin ning¨²n esfuerzo, pero ?para qu¨¦? Al final, la conclusi¨®n es clara: nosotros somos parte de la naturaleza, mientras ellos pretenden que la naturaleza se adapte a ellos.