La dudosa honestidad del rugby
El rugby presume de una superioridad moral y de una honestidad mayor que otros deportes. Cuando hoy manifest谷 mi extra?eza en redes sociales sobre que Iordachescu, el 芍rbitro del B谷lgica-Espa?a, fuera de nacionalidad rumana, cuando Ruman赤a era el beneficiado directo de una derrota del XV del Le車n, r芍pidamente recib赤 respuestas del estilo: ※El rugby no es f迆tbol§. Efectivamente, estos dos deportes, unidos en su origen, tomaron caminos diferentes hace ya mucho tiempo. El amateurismo del rugby mantuvo un esp赤ritu m芍s puro en su disciplina. Pero, poco a poco, cada vez conserva menos. Un ejemplo lo vimos este domingo, cuando los jugadores de Espa?a empujaron y persiguieron al juez tras el encuentro en protesta por su arbitraje. Eran jugadores de rugby: no futbolistas. Los mismos jugadores que protagonizaron una tangana en la primera parte.
El seleccionador, Santiago Santos, y el capit芍n, Jaime Nava, hicieron declaraciones contra el arbitraje tras el partido. Yo no s谷 si con otro colegiado, el resultado hubiera sido distinto. Espa?a no jug車 bien. Eso es tan verdad como que B谷lgica tuvo a su favor un n迆mero inhabitual de golpes de castigo. Los jueces tienen derecho a equivocarse: en el Rusia-Espa?a no se concedi車 un ensayo local y aquello favoreci車 entonces a Los Leones. Por cierto, aquel d赤a los aficionados rusos abucheaban los tiros a palos espa?oles, lo que se supone est芍 en contra del juego limpio del rugby. Es un h芍bito m芍s futbolero, dir赤a alguno. La Federaci車n Espa?ola pidi車 el cambio del 芍rbitro rumano, lo que hubiera despejado las dudas de su tendenciosidad, pero no se acept車. El honesto presidente de Rugby Europa es tambi谷n rumano, por cierto. Hay valores que s赤 se pueden manchar.