Ha muerto Astori: 'uno di noi'
Ha muerto un futbolista. Estos h¨¦roes que nos parecen invencibles, semidioses, a los que veneramos, amamos, criticamos... Los que llenan nuestros domingos y nuestros momentos de ocio. Muere un futbolista y todos nos sentimos m¨¢s d¨¦biles e indefensos.
Italia, como cada semana, se despert¨® con muchas ganas de f¨²tbol. Ayer la victoria de la Juve sobre la bocina y la estrepitosa ca¨ªda del N¨¢poles pusieron la pelea por el scudetto al rojo vivo, hoy nos esperaba un derbi entre el renacido Mil¨¢n de Gattuso y el Inter de Spalletti, en crisis. Una gran jornada, destrozada por una voz que empez¨® a correr por la ma?ana, en los Whatsapp de los periodistas.
¡°Astori ha muerto¡±. Ser¨¢ otra ¡®fake news¡¯, que ahora desgraciadamente est¨¢ de moda, o una hip¨¦rbole para comentar una lesi¨®n, uno esperaba. Pero no, era todo verdad: hab¨ªa muerto un futbolista. El que horas despu¨¦s ten¨ªa que vestir la camiseta viola y el brazalete de capit¨¢n en el Udinese-Fiorentina.
A partir de entonces, todo perdi¨® sentido. Jugar... ?para qu¨¦? Ha fallecido un hombre de 31 a?os mientras dorm¨ªa, dejando hu¨¦rfana a una ni?a de dos y viuda a una mujer de 32. Lo encontraron sus compa?eros, sorprendidos por su retraso en el desayuno. ?l, que como buen capit¨¢n, siempre llegaba el primero. ?l, que como dicen en Italia, hizo la ¡®gavetta¡¯, que significa llegar a lo m¨¢s alto empezando desde lo m¨¢s bajo, con honradez, respetando su profesi¨®n. Rompieron la puerta de su habitaci¨®n y lo encontraron sin vida.
?Con qu¨¦ ¨¢nimo, sabiendo eso, pod¨ªan saltar al campo los que fueron sus compa?eros y sus rivales? Hay veces en las que el espect¨¢culo no debe continuar. Las im¨¢genes de los jugadores de Genoa y Cagliari, que se enteraron de la noticia durante el calentamiento de su partido, son estremecedoras. A veces nos enfadamos por un gol fallado o un penalti birlado, y nos olvidamos que los que vivimos el f¨²tbol como un trabajo o como una pasi¨®n, pertenecemos todos a un enorme y hermoso juego. Y si uno de los nuestros, ¡®uno di noi¡¯, se va, hay que parar y despedirse. Ciao Davide.