Carrasco, Gait¨¢n y el efecto Diego Ribas
El Dalian recibe a los dos ¨²ltimos proyectos de 10 colchonero. Carrasco y Gait¨¢n abandonan el Atl¨¦tico justo cuando el equipo del Cholo vive su cl¨ªmax liguero. El Atl¨¦tico, club sin par, afloja lastre en forma de talento para fiarlo, cada vez m¨¢s, todo a la pegada. La dentellada inmisericorde que viene exhibiendo en 2018. Y es que Carrasco y Gait¨¢n han pasado de pelear por un puesto, el del 10 del Atl¨¦tico, a buscar refugio en un f¨²tbol m¨¢s amable, c¨®modo, que garantiza esa relaci¨®n proporcional entre el salario y los minutos sobre el campo.
?Los echar¨¢ de menos el Atl¨¦tico? Habr¨¢ que verlo. La efervescencia del lunes postgoleada no invita a pensar que s¨ª y los precedentes, tampoco. En el caso del argentino la respuesta es tan simple como la conversaci¨®n que mantuvo con el Cholo al comienzo del ejercicio. "Eres el jugador que est¨¢bamos esperando, pero no has cambiado como yo quiero ni lo vas a hacer", era el mensaje que el t¨¦cnico le deslizaba horas antes de que, a la desesperada, buscara un destino de ¨²ltima hora que en agosto no lleg¨®. Hac¨ªa tiempo ya que hab¨ªa dado por perdida su batalla con Carrasco quien, curiosamente comenz¨® a ver peligrar su status en el Atl¨¦tico con el fichaje por el que tanto porfi¨® Simeone. En el verano de 2016 observaba con preocupaci¨®n la incorporaci¨®n de una figura cuyo escenario ideal era el mismo que el suyo, arrancando desde la izquierda. Pero el belga sali¨® ganador en aquel inicio de temporada a?adiendo gol a su repertorio. El Atl¨¦tico volaba con su tridente en el que el ex del M¨®naco formaba con Griezmann y Gameiro. Hab¨ªa renovado, con cl¨¢usula de crack, y parec¨ªa que ya nadie se acordaba de Arda.
Pero como el turco o como Diego Ribas, estos talentos no digieren bien el ambiente donde su singularidad no es constantemente secundada por el cari?o del entrenador. Donde su habilidad con la pelota no est¨¢ por encima de saber o no jugar al f¨²tbol. Y por eso ha capitulado. En ese sentido Arda ha sido uno de los mayores ¨¦xitos futbol¨ªsticos de Simeone. Convirti¨® a un artista indolente de 60 minutos en un Seal a tiempo completo capaz de todo tras las l¨ªneas enemigas. Hasta que su fuero interno dijo basta. Antes lo hab¨ªa dicho Diego Ribas, que se march¨® filtrando una supuesta traici¨®n de un t¨¦cnico que levantaba el t¨ªtulo de Liga explic¨¢ndole que s¨®lo le interesan los genios que se ponen al servicio del colectivo. Y eso que el brasile?o hab¨ªa parecido terminar con la b¨²squeda del grial colchonero, el del solista que se expresa sin dificultad entre los rivales cuando a otros se les apagan las luces. Sucedi¨® tambi¨¦n con ?liver que, a diferencia de Diego, se afan¨® por poner su ADN a disposici¨®n de la idea, pero result¨® hablar un lenguaje futbol¨ªstico en las ant¨ªpodas del que pregona Simeone. Diferente, no mejor ni peor. Y qu¨¦ decir de Cerci, otra mente sensible necesitada de aglutinar toda la atenci¨®n, que nunca supo sintonizar lo que era este equipo. Porque el Atl¨¦tico del Cholo no viene necesitando de un 10 a la antigua usanza. El que recibe el dorsal, no el que se lo gana. Aunque tiene a uno muy particular. Tanto que lleva el 6. Es Koke, su Kokinho, que vivir¨ªa desahogado, libre y despreocupado en otro sitio. M¨¢s espont¨¢neo, aunque a lo mejor menos competitivo, pero al que a veces se le regatea todo ese esfuerzo por seguir aqu¨ª, en su Atleti.