Regino es un buen compa?ero de viaje
Lo confieso. Me puse el despertador a las 05:30 horas, porque me lo hab¨ªa advertido el padre de Lucas Eguibar, ?y no fui capaz de levantarme! Lo lament¨¦ al conectarme y ver a Regino Hern¨¢ndez con la medalla. Enseguida me puse a ver su carrera. Y reviv¨ª esa sensaci¨®n de Albertville 1992. ?Guaaaaaau! Me encant¨® verle en el podio con los brazos arriba. Y me emocion¨¦. Vino a mi mente esa sensaci¨®n chula, especial, que s¨®lo el que ha estado arriba sabe describirla. Hab¨ªamos atravesado una sequ¨ªa demasiado grande en Espa?a: 26 a?os en los que se nos escap¨® alguna opci¨®n valiosa en esqu¨ª con Mar¨ªa Jos¨¦ Rienda. Pero me ha encantado que la medalla llegue del snowboard. El alpino es lo m¨¢s representativo de unos Juegos, pero estas disciplinas son espectaculares. Los riders tienen valent¨ªa, descaro, son buenos estrategas y encima lucen un puntito de locura.
Hace bien la Federaci¨®n Espa?ola en apostar por estas modalidades nuevas. Aportan sangre fresca a los deportes de invierno, atraen gente joven y son divertidas. ?Y cuenta igual una medalla en snowboard que una en esqu¨ª! Ya han pasado los tiempos en los que los?palilleros, los de los bastones, recel¨¢bamos de los de las tablas porque eran un peligro en las pistas. Nos separaron y ahora cada uno puede disfrutar de lo suyo. Mientras, en esqu¨ª hay que seguir trabajando con los j¨®venes. Hacer que los ni?os se diviertan y pase de ser una afici¨®n a una obsesi¨®n, como me ocurri¨® a m¨ª. Hasta que llegue otro esquiador, se une un buen compa?ero de viaje a la historia del olimpismo espa?ol. No se acaba la historia de los Fern¨¢ndez Ochoa. Sumamos a Regino. ?Bienvenido!