Ricardinho ya es como Cristiano
Cuando estaban sonando los himnos de Espa?a y Portugal, toqu¨¦ diana con un tuit: ¡®Corre, corre¡ Que ya empieza la final¡¯. Si alguno no corri¨®, seguramente se perdi¨® el primer gol: al minuto de juego, un error de Miguel¨ªn dej¨® un bal¨®n n¨ªtido para Ricardinho, que no suele perdonar esos regalos. Cuando el mejor jugador del Mundo huele una presa, normalmente clava los colmillos sin piedad. Este gol tempranero no acab¨® siendo decisivo, pero s¨ª sirvi¨® para recordar contra qui¨¦n estaba Espa?a jugando esta final. Los tiempos han cambiado, escrib¨ªamos en la previa. Y estos partidos son de m¨¢xima igualdad, mucho m¨¢s si en las filas de tu rival milita el n¨²mero uno. La Selecci¨®n no se descompuso: empat¨®, se puso por delante, domin¨®, peg¨® tres tiros al palo¡ Fue, quiz¨¢, la mejor Espa?a del torneo. Pero no remach¨®.
Bruno Coelho se puso la capa de superh¨¦roe y logr¨® los dos goles decisivos: el que forzaba la pr¨®rroga y el que, a falta de 55 segundos para el final, daba la primera Eurocopa a Portugal. En el f¨²tbol sala, desde la cabeza hasta el rabo, todo es toro. Desde el primer minuto hasta el ¨²ltimo. A esas alturas, Ricardinho ya hab¨ªa abandonado la cancha lesionado. Le deseamos una pronta recuperaci¨®n. Ayer, en este mismo espacio, hac¨ªamos un paralelismo entre la estrella portuguesa y su compatriota Cristiano Ronaldo. Ambos tienen ya cinco Balones de Oro, ambos triunfan en un club de Madrid¡ Y a los dos les faltaba la guinda de un gran t¨ªtulo por selecciones. Cristiano lo consigui¨® hace dos a?os, en la Eurocopa de f¨²tbol. Y Ricardinho, a sus 32 a?os, canta desde este s¨¢bado el alir¨®n continental en el f¨²tbol peque?o. Merecido.