El rugby espa?ol anda a la gresca
Esta es la semana en la que los aficionados espa?oles al rugby miramos con fascinaci¨®n, y tambi¨¦n con cierta envidia, a los pa¨ªses de nuestro entorno que disputan el Torneo 6 Naciones. ?C¨®mo nos gustar¨ªa tener nivel para jugar ah¨ª! En Espa?a, al contrario, andamos en estos ¨²ltimos d¨ªas a la gresca por la decisi¨®n de la Federaci¨®n Espa?ola de conceder la final de la Copa del Rey a Valencia, en lugar de repetir en Valladolid. As¨ª, de entrada, la elecci¨®n resulta sorprendente, despu¨¦s de que en las dos ¨²ltimas ediciones se reunieran a m¨¢s de 25.000 seguidores en el estadio de Jos¨¦ Zorrilla. M¨¢s all¨¢ de esa inusual afluencia, el rugby espa?ol, un desconocido para el gran p¨²blico, tuvo m¨¢s publicidad y m¨¢s difusi¨®n que nunca. Incluso Felipe VI acudi¨® a presenciar el encuentro en 2016.
Una vez que los dos clubes de Pucela se han metido en la pr¨®xima final, se puede entender la indignaci¨®n de las autoridades de la ciudad de no poder repetir la fiesta de los ¨²ltimos a?os, aunque no tanto el tono en expresarla. Para Alfonso Feijoo, el presidente de la FER, la opci¨®n m¨¢s f¨¢cil hubiera sido continuar en Valladolid. Por eso intento ponerme en su pellejo para comprender qu¨¦ le ha llevado a complicarse la vida as¨ª. Feijoo siempre insiste en que ¨¦l es ¡°el presidente de todo el rugby espa?ol¡±, y que su aspiraci¨®n es expandirlo por el pa¨ªs. Frente a Valladolid, que ya ha acogido tres finales seguidas, Valencia ha presentado un proyecto interesante y ambicioso en el estadio del Levante, con el apoyo de la Fundaci¨®n Trinidad Alfonso, cuya competencia est¨¢ fuera de dudas. Tambi¨¦n merece un respeto.