El digno extrarradio del poder
El ahora conocido a mucha honra como Espanyol de Cornell¨¤, fundado por estudiantes de la Universitat de Barcelona junto al Passeig de Gr¨¤cia y que luce los colores del blas¨®n de Roger de Ll¨²ria, visita este domingo ¡ªcomo por un gui?o del destino¡ª a un Legan¨¦s que, de convivir durante d¨¦cadas a la sombra del gigante Real Madrid, del enorme Atl¨¦tico e incluso de otros menos colosos (del Rayo al Getafe), ha pasado esta semana a engullirlo, como Saturno devoraba a su hijo en el cuadro de Goya. El ¡®pepinazo¡¯ ha desencadenado la crisis en blanca, y ni con esas ha tratado de desprestigiar ning¨²n s¨ªmbolo madridista ni al Lega, ni a su afici¨®n, ni a su condici¨®n de club con sede social en las afueras. Sugiri¨® bien Quique que tanto hay que saber perder como ganar y estuvo impecable Valverde con el ¡°Espanyol de Barcelona¡±.
Pero, lejos de ofender, deber¨ªa servir ese titulillo de ¡°Espanyol de Cornell¨¤¡±, primero, para reivindicar la condici¨®n del partido de extrarradio que se disputa en Butarque. Del extrarradio de los poderosos que, haciendo abuso de su fuerza, contaminan el f¨²tbol aut¨¦ntico. El que, sin ir m¨¢s lejos, le vali¨® al Lega para escalar posiciones y sue?os desde aquel playoff de ascenso en L¡¯Hospitalet (?otra ciudad colindante con la gran urbe, habrase visto!). Y segundo, para reparar un agravio sobrevenido estos d¨ªas: ?Y qu¨¦ pasa con El Prat? ?Acaso no se asienta el estadio perico sobre ambos municipios? Claro, que si se aceptara como bueno ¡°Espanyol de El Prat¡±, habr¨ªa que cambiar para siempre los destinos de todos los vuelos que aterrizan, ten¨ªamos entendido, en Barcelona. Las insensateces se desnudan solas. ?Viva el extrarradio!