El Madrid compra calma en Valencia
Los males con goles son menos. El Madrid compr¨® calma y tiempo en Valencia con una victoria de prestigio. El vac¨ªo copero de esta semana, con el Bar?a, el Valencia, el Sevilla y sobre todo el Legan¨¦s de protagonistas, hubiera sido muy dif¨ªcil de sobrellevar con un mal resultado en Valencia. En lugar de eso, consigui¨® uno espl¨¦ndido en un partido de toboganes, que lo empez¨® y termin¨® bien, pero en el que tuvo sus baches, en especial uno largo y grave en la segunda mitad, en la que estuvo a merced del Valencia. Ah¨ª le salv¨® en el peor momento Keylor Navas, que evit¨® el 2-2 sac¨¢ndole un bal¨®n a Parejo cuando el Madrid se desmoronaba.
El f¨²tbol es, entre muchas cosas, un juego de instantes. Esta vez hubo dos decisivos, que orientaron el partido. El primero, la absurda valentonada de Montoya sobre Benzema, provocando un penalti de los que antes llam¨¢bamos rigurosos. No suelen pitarse esas jugadas, pero Montoya, que ya hab¨ªa hecho un penalti (ese s¨ª, razonable y hasta necesario), compr¨® papeletas para el segundo. El otro instante decisivo fue esa acci¨®n de Keylor Navas, sacando con el pie el buen remate cambiado de Parejo. El Madrid estaba para entonces descosido. Zidane cambi¨® a Bale y Benzema por Lucas V¨¢zquez y Asensio y dio la vuelta a la situaci¨®n.
Eso da lugar a insistir en la reflexi¨®n eterna sobre la bbC. Imponentes hacia arriba, indolentes hacia atr¨¢s. El Valencia estaba cogiendo al Madrid por las solapas hasta que entraron dos jugadores solitarios, muy buenos, por cierto. Y algo m¨¢s: Bale, que se march¨® antes y nada m¨¢s soltarse un jugad¨®n, lo hizo con normalidad. Benzema escenific¨® una retirada a paso doliente y lent¨ªsimo, con aires de viuda tras el coche f¨²nebre. Ni asomo de saludo a Zidane. Tras su marcha el partido dio un vuelco y el Madrid marc¨® dos goles. Ese tramo final, sin ellos dos, fue con mucho lo mejor que hizo el Madrid en el partido.