El escenario ideal para Quique
Aquello de ¡°raros, locos, il¨®gicos¡± que defin¨ªa al Espanyol en la campa?a de la ¡®Maravillosa Minor¨ªa¡¯ se vuelve a cumplir. Justo un mes despu¨¦s de que la grada de Cornell¨¤ pidiera la dimisi¨®n de Quique, el 11 de diciembre ante el Girona, se vivi¨® una de las noches m¨¢s esquizofr¨¦nicas de los ¨²ltimos tiempos. Y con Quique S¨¢nchez Flores como absoluto protagonista, con permiso de un genio llamado Gerard Moreno. Se produjo en el Ciutat de Val¨¨ncia la mayor gesta en la etapa del entrenador, quiz¨¢ no por la entidad del rival pero s¨ª por la remontada en la Copa, por ser la victoria m¨¢s holgada a domicilio en a?o y medio largo justo el d¨ªa en que se necesitaba. Por no haber tenido siquiera que recurrir a la ¨¦pica o al sufrimiento. Un sentimiento casi desconocido, olvidado, como el planteamiento del propio t¨¦cnico.
Por una vez, el guion lo demandaba, olvid¨® Quique echarse descaradamente atr¨¢s, y se vio en el Espanyol un desparpajo infrecuente, que invitaba a disfrutarlo m¨¢s all¨¢ del resultado y las circunstancias. Perdieron los pericos la eliminatoria ante el Levante en Cornell¨¤ y la recuperaron en territorio granota. Raro, loco e il¨®gico tambi¨¦n ser¨ªa que Quique se despidiera prematuramente del Espanyol ante el mismo rival (y en la misma competici¨®n) con el que comenz¨® la andadura de su antecesor: Galca. Y m¨¢s a¨²n que lo hiciera ahora que despega el Espanyol, en cuartos de la Copa, escalando posiciones en Liga, con tres victorias en cuatro partidos e imbatido en otros tantos. ?O no? Quiz¨¢ es el escenario id¨®neo para que Quique pueda irse. Al Stoke. Ser¨ªa una ¡®estocada¡¯ al proyecto que, guste m¨¢s o menos, lleva su firma.