Villarato para rato
Un murmullo muy del Bernab谷u cuando sale Isco y entra Benzema sacudi車 el sal車n Luis Aragon谷s de Las Rozas a las tres en punto de la tarde. Villar, suspendido y en libertad bajo fianza, irrumpi車 en el c車ctel de la Federaci車n por sorpresa y sin invitaci車n. ※Soy el presidente y esta es mi casa§, solt車 risue?o en el primer corrillo con el que se top車, en el que estaba Del Bosque. Larrea, en la otra punta, gir車 la cabeza hacia el epicentro del zumbido. Un escalofr赤o le recorri車 el espinazo, de raquis suboccipital a coxis. Su cara, un poema.
Villar camp車 por Las Rozas como el que se cuela en una boda, locuaz y dicharachero. Salud車 a la vieja guardia, desde los barones territoriales imputados hasta Juan Espino, vicepresidente en su 谷poca de oro. Tambi谷n a los pol赤ticos que le ayudaron, como Bonifacio de Santiago, exalcalde de Las Rozas, e incluso a alguno de los a迆n empleados de la Federaci車n, como Javier Lozano, seleccionador de f迆tbol sala. Otros, que le vieron venir de lejos, le hicieron un aclarado. Por cosas as赤 debe decir Villar que se siente como un leproso. Pero lo prudente era el aclarado. A Villar le han puesto un candado en la puerta del despacho, pero le da igual. No le invitan al c車ctel, pero va. Cuando uno pasa por la c芍rcel pierde los complejos y gana en seguridad. Por si hab赤a alguna duda.