Atenas y aquella bandera
Recuerdo ese momento. Atenas. Voy a salir al Estadio Ol¨ªmpico, voy con mis compa?eros de judo, mis hermanos, sin g¨¦nero, hermanos de fatigas, de entrenamientos, de todo. Alguien dice: ¡°Una foto¡±. Vamos a entrar. De pronto la tengo en las manos, es la bandera, de Espa?a. Soy la abanderada. Juegos Ol¨ªmpicos, Atenas. Cuando llego al final s¨®lo tengo ganas de llorar. Llorar de emoci¨®n. Llorar por m¨ª, y tantos entrenamientos. Llorar por mis compa?eros. Llorar por ese sue?o que llevaba en las manos. Abanderada. Primera mujer. La primera, ?qu¨¦ honor, qu¨¦ premio! No es por m¨ª. Es por todos los deportistas a los que represento.
El deporte es mi vida. Fue ballet, fue balonmano, siempre ser¨¢ judo. Soy mujer y siempre luchar¨¦ por las mujeres. Algo est¨¢ cambiado. Se est¨¢n dando pasos. Cada vez somos m¨¢s, cada vez hay m¨¢s dirigentes, nosotras, mujeres. Falta, es cierto, pero hacia all¨¢ van los pasos, a que no deje de faltar, a que la conciliaci¨®n sea total, no s¨®lo nuestra, cincuenta, cincuenta. Pasos, pasos, pasos. Todos hacia adelante. Todos a la igualdad, hasta que se deje de hablar de ella porque ya no ser¨¢ necesaria.
Tengo que darle las gracias a Alejandro Blanco. ?l hace tres a?os me abri¨® las puertas del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol (COE). Cada vez somos m¨¢s mujeres. Miramos a R¨ªo y ah¨ª estamos, nosotras, un 48% de mujeres que participan, nueve medallas de 17. Cada vez nos incorporamos m¨¢s. Ojal¨¢ llenemos m¨¢s bases. Es el futuro. El deporte femenino ya no ha de demostrar nada. Ya lo ha hecho. Ya lo hemos hecho. Ah¨ª est¨¢n las medallas, los resultados. Ese momento. Mi bandera en la mano. Una mujer la primera. Juegos de Atenas. Representados todos los deportistas en el peso que llevaba en las manos. Qu¨¦ honor. Como el que ahora tengo en mi despacho del COE.