Al traje de Zidane le han ca¨ªdo manchas
En pocos d¨ªas le han ca¨ªdo varias manchas al traje de Zidane. Y las dos ¨²ltimas son las m¨¢s feas. La ca¨ªda en Wembley, el gran partido en la noche europea, se produjo porque otra vez el Madrid se vio desconcertado ante un equipo con defensa de tres. Le pas¨® en la ida contra el Tottenham, le pas¨® en Girona y le volvi¨® a pasar anoche. Los hombres del Tottenham sab¨ªan a qu¨¦ atenerse. Los del Madrid se ahogaban en el medio campo, buscaban sus pares sin encontrarlos y no consegu¨ªan hilar el juego. Zidane trat¨® de enmendarlo tras el descanso (como en Girona tras el 2-1), colocando el equipo igual, pero eso no se improvisa.
A eso habr¨ªa que a?adir algo: no todos se rebelan igual contra el desconcierto t¨¢ctico. El Madrid tiene jugadores suficientemente buenos, r¨¢pidos y fuertes como para compensar ciertas cosas, pero eso no se ha visto en estos partidos. Da la sensaci¨®n de que este once titular se ha esclerotizado, con alguna muy honorable excepci¨®n, sobre todo Isco, que ayer tambi¨¦n se mat¨® a correr, como en Girona, e hizo lo mejor. Hay demasiados titular¨ªsimos que no defienden esa condici¨®n en cada bal¨®n, y hay demasiado suplent¨ªsimo consumi¨¦ndose en el banquillo, singularmente Asensio, pero tambi¨¦n otros. Theo, Ceballos o Lucas, por ejemplo.
Las faltas no son algo a elogiar, pero s¨ª un baremo de intensidad. El Madrid s¨®lo hizo seis, cuatro de ellas ya al final, cuando lleg¨® el arrebato. Aun con esas, son menos de la mitad de las que hizo el Tottenham, catorce. Los ingleses jugaron, adem¨¢s de mejor colocados, con m¨¢s pasi¨®n. Todo eso junto produjo una derrota que al menos maquilla algo el gol tard¨ªo de Cristiano, llegado en la tard¨ªa reacci¨®n inflamada, que por cierto se evapor¨® por una bronca entre Sergio Ramos y Dembel¨¦ junto a la banda. El Madrid tiene la clasificaci¨®n f¨¢cil como segundo, pero ya empieza a alargarse la impresi¨®n de que esto no es lo que era.