Un Mundial en buenas manos
Es sorprendente que a siete meses del Mundial se hable poco de Rusia y de los rusos, de lo que han hecho o dejado de hacer para tener listo el torneo. La comunicaci¨®n de Rusia hacia el exterior siempre ha sido fr¨ªa y su Mundial apunta a algo parecido. No se puede decir lo mismo del de Qatar, en 2022. Quedan cinco a?os y es como si se jugara antes. Las modernas infraestructuras, la tecnolog¨ªa de enfriamiento, las novedosas fechas (se jugar¨¢ en oto?o), el hecho de ser el primer Mundial en suelo ¨¢rabe y las superadas cr¨ªticas desde el mundo anglosaj¨®n le hacen estar continuamente en boca de todos.
Qatar se prepara a conciencia para dar la talla y esa implicaci¨®n se nota entre sus cabezas pensantes. Hassan Al Thawadi, su secretario general, es un tipo formado acad¨¦micamente en Sheffield, Inglaterra, y que habla cuatro idiomas, entre otros el espa?ol. El vicesecretario, Nasser Al Khater, llev¨® a cabo sus estudios en Boston, Estados Unidos, y tambi¨¦n es pol¨ªglota. ¡°Tenemos un principio: separar pol¨ªtica de deporte¡±, anuncian con buen gusto. La opini¨®n p¨²blica ha cambiado sensiblemente su percepci¨®n sobre lo que significa organizar un Mundial en un pa¨ªs tan remoto como Qatar. Lo que siempre fue el negocio de unos pocos lo es tambi¨¦n ahora de aquellos que quieren construir un torneo como este en un lugar con tan poca tradici¨®n. El Mundial m¨¢s diferente que jam¨¢s hubo. Y lo lleva gente joven, cualificada y con ilusi¨®n. En esas manos est¨¢ Qatar 2022.