El Bar?a, el Atl¨¦tico y la Champions
El f¨²tbol querr¨ªa vivir al margen de las turbulencias que sacuden a la sociedad, y a veces lo consigue. O lo consigue a medias. El Bar?a tuvo partido de Champions League en el Camp Nou en plena sacudida por el ingreso en prisi¨®n de ¡®los jordis¡¯, como se ha roto en llamar a Jordi S¨¢nchez y Jordi Cuixart. El trance emocional que tantos viven en Catalu?a llev¨® al intento de hacer del partido una exaltaci¨®n de las figuras de los detenidos. No fue tal. El Bar?a tiene f¨¢cil la explicaci¨®n: la UEFA no est¨¢ por estas cosas. Un partido de la Champions es ante todo, o si me apuran s¨®lo eso, un partido de la Champions.
Ese partido lo gan¨® el Bar?a, como no pod¨ªa ser menos. Fue, visto con mirada larga, un partido de f¨²tbol. Arranc¨®, s¨ª, con un cartel en las gradas del estadio que reclamaba di¨¢logo, respeto y deporte, leyenda bajo la que todos firmar¨ªamos. A partir de ah¨ª, lo que vimos fue una f¨¢cil victoria del Bar?a ante el Olympiacos aunque no tan crasa como se hubiera podido esperar de la distancia entre ambos equipos. Ocurri¨® que Piqu¨¦, lo que son las cosas, result¨® expulsado poco antes del descanso al ver la segunda amarilla por marcar con la mano. Pero eso no obst¨® para que el Bar?a ganara 3-1, gol de golpe franco de Messi mediante.
Antes de eso, el Atl¨¦tico dio la cantada en Bak¨². Un partido para sumar los tres puntos, se daba por sentado, pero resulta que no fue as¨ª. No hay paliativos. Un mal partido que deja al Atl¨¦tico con dos puntos en tres partidos, tercero del grupo, ante una segunda vuelta en la que tiene que recibir al Qarabag y al Roma y visitar al Chelsea. El empate de anoche del Roma ante el Chelsea en Londres complica todav¨ªa m¨¢s la cosa. La Champions no perdona. El Atl¨¦tico est¨¢ ahora obligado a jugar cada partido a ganar o ganar. Hasta ahora, cada resultado le ha salido un punto peor de lo esperado. Ya no puede ceder m¨¢s.