Muy pocos pueden ser centrocampistas del Cholo
Contaba Simeone que hasta que no lleg¨® a Italia, no aprendi¨® el verdadero significado de la profundidad del juego. Aquel centrocampista de determinaci¨®n y esfuerzo tan genuinos, comenz¨® a comprender. Y de toda su experiencia desde la medular, perfil¨® los gustos y el estilo que tiene como entrenador.
No necesito pisar el nuevo Metropolitano para saber que parte de la afici¨®n se march¨® el s¨¢bado pensando que se pod¨ªa haber hecho algo m¨¢s. Tras la explosi¨®n de j¨²bilo que supuso la Liga de 2014, y a partir de que el equipo lograra acomodarse entre los mejores de Europa, ha ido creciendo un runr¨²n entre la hinchada atl¨¦tica que reclama un estilo de m¨¢s control de la posesi¨®n y estilo m¨¢s vistoso. Y por extensi¨®n, la apuesta por un tipo de creador de juego que no se encuentra en las diferentes plantillas de los ¨²ltimos a?os.
Gracias al prestigio ganado sobre el c¨¦sped, las arcas del Atl¨¦tico de Madrid salvaron la peligrosa situaci¨®n que supon¨ªa la millonaria deuda tras a?os de ruinosa gesti¨®n, y ahora es capaz de retener a sus principales estrellas y afrontar grandes operaciones como la de Vitolo o Diego Costa. Pero algunos aficionados echan de menos la llegada de un organizador de primer nivel a golpe de talonario. Y aqu¨ª es cuando la explicaci¨®n se vuelve tan complicada o tan sencilla como ¨¦sta: muy pocos jugadores le valen al Cholo para jugar en su medio campo.
No es capricho ni falta de versatilidad, es convencimiento de una idea de juego y de ver el f¨²tbol. Lo que ha conseguido crear con Koke o Sa¨²l, jugadores de Selecci¨®n para muchos a?os, o la compenetraci¨®n entrenador-jugador que tiene con Gabi y ten¨ªa con Tiago, conforman uno de los principales tesoros para Simeone. Los a?os obligan al paulatino relevo de Gabi, y como muestra de la dificultad para cumplir con nota en la media colchonera, sirve observar que Thomas lleva una larga preparaci¨®n digna de una diplomatura universitaria. Ahora el ghan¨¦s est¨¢ frente a su graduaci¨®n. Y como a Correa en la delantera, el entrenador ya le exige un paso al frente.
El Cholo asume lo que algunos de sus aficionados, embriagados por los ¨¦xitos y ahora por la belleza deslumbrante del nuevo estadio, han olvidado. El Atl¨¦tico de Madrid no puede competir en exquisita calidad con los m¨¢s grandes como Real Madrid, Barcelona, Bayern, etc. Sin embargo sabe que puede ganarlos a todos, y los ha ganado. Basa su poder¨ªo en un trabajo que necesita jugadores especiales, y los m¨¢s especiales son los de la bisagra de su sistema. Gabi posiblemente sea el ¨²nico capit¨¢n de un finalista de Champions que nunca ha sido internacional absoluto con su Selecci¨®n, lo que ejemplifica que los gustos del Cholo son muy particulares.
Ante el Barcelona se vio a un Atl¨¦tico muy reconocible. Logr¨® crear varias ocasiones claras tras una presi¨®n perfecta y provocando p¨¦rdidas comprometidas del rival en su propio campo; se adelant¨® con un destello de calidad pero, sobre todo, de la determinaci¨®n y la profundidad de la que habl¨¢bamos al inicio del art¨ªculo; se parapet¨® junto a su portero anulando el ataque del l¨ªder, Messi incluido; esper¨® su oportunidad a la contra, que no lleg¨® por falta de frescura en las piernas pero que ya llegar¨¢n¡
Ese es y ser¨¢ el Atleti de Simeone en estos partidos. La emoci¨®n la encuentra la afici¨®n en un esfuerzo constante y un descaro inteligente, jam¨¢s suicida. F¨®rmula que, ya se ha demostrado en multitud de ocasiones, es capaz de desquiciar y aniquilar a cualquier equipo. Pues para todo esto se necesita a unos centrocampistas muy espec¨ªficos, con los que ya cuenta y de los que el entrenador argentino est¨¢ enamorado.
Claro que el club rojiblanco podr¨ªa jugar diferente, pero eso hay que ped¨ªrselo a otro proyecto con otro general al mando. Ahora, Simeone est¨¢ m¨¢s preocupado por los varios goles encajados en este inicio de temporada tras centros laterales o que las contras no llegan a salir fluidas que en si su equipo tiene que mejorar la posesi¨®n para someter al rival.
Y trabajan constantes y confiados en que la velocidad de crucero de la intensidad que imponen en sus partidos les volver¨¢ a colocar entre los candidatos a todo cuando llegu¨¦ el desenlace de la temporada. Todo parte de los centrocampistas.
Carlos Matallanas es periodista, padece ELA y ha escrito este art¨ªculo con las pupilas.