Bale pertenece a ese grupo de jugadores que son de cristal
El pasado martes 26 de septiembre, nada m¨¢s terminar el partido entre el Borussia Dortmund y el Madrid, mi buen amigo Tom¨¢s Roncero me ped¨ªa un diagn¨®stico sobre la retirada de Gareth Bale del terreno de juego. Le dije claramente que en mi opini¨®n hab¨ªa lesi¨®n. Que sin lesi¨®n Bale no se retira del campo. Esa misma noche y tambi¨¦n en la v¨ªspera del Madrid-Espanyol, Zinedine Zidane dijo que eran molestias ¡°sin importancia¡±. Sin embargo, el tiempo me ha dado la raz¨®n. El jugador sali¨® dolorido del terreno de juego y las molestias contin¨²an de tal forma que le han impedido estar presente con su selecci¨®n en dos partidos importantes de cara al Mundial de Rusia.
En este caso concreto, no me importa que las im¨¢genes diagn¨®sticas minimicen la lesi¨®n o las molestias. Me da lo mismo que hablen de lesi¨®n muscular grado I o II. Lo que realmente cuenta en una lesi¨®n muscular es el dolor o la intensidad de la molestia que el jugador refiere. Y cuando las molestias se acent¨²an con la intensidad del ejercicio f¨ªsico, lo m¨¢s normal que puede ocurrir es que la lesi¨®n se agrave y se haga mayor. El Real Madrid tiene amplia experiencia en jugadores con enorme calidad futbol¨ªstica, pero a la vez con gran fragilidad muscular: l¨¦anse Prosinecki, Woodgate, Robben, entre otros muchos...
Bale, pertenece a esta clase de jugadores y dif¨ªcilmente le veremos disfrutar cinco encuentros seguidos a tope. Sus caracter¨ªsticas musculares as¨ª nos lo confirman hasta la fecha. Por eso, tendremos que aceptar al jugador tal cual es, con sus grandes virtudes y sus carencias neuromusculares.