Griezmann cristian¨® el Wanda Metropolitano
?Vamos, Atleti, vamos... Vamos, Atleti, o¨¦...! El fondo sur sonaba en el nuevo estadio como en el viejo, agitando con sus gritos al resto del estadio. Le costaba prender su mecha. La novedad, la magnificencia del marco, quiz¨¢ los nuevos compa?eros de grada, llamaban a la prudencia en otras gradas. Tampoco el juego, con un acad¨¦mico 4-4-2 que serv¨ªa para controlar el partido pero sin profundizar, animaba. Al descanso los comentarios giraban en torno a lo mismo: el campo es colosal, digno de una final de Champions, pero... El pero era el juego, la falta de llegada. La emoci¨®n la pon¨ªa el fondo sur, sacando su entusiasmo a volar.
Simeone cambi¨® tras el descanso a un 4-3-3, con Carrasco por Thomas. Carrasco le meti¨® burbujas al partido. El campo se anim¨® y una gran jugada de Correa acab¨® en gol de Griezmann, al que la historia hab¨ªa reservado ese espacio, que muchos so?aban que fuera para un veterano. Pero fue Griezmann, al que muchos ven con un pie fuera, el que cristian¨® el nuevo estadio. Marcel Domingo, Ben Barek, Helenio Herrera, que hizo sus primeras armas all¨ª... El Atl¨¦tico tiene su tradici¨®n francesa, o del Marruecos franc¨¦s, tanto da, a la que podemos a?adir ahora este gol inaugural de Griezmann, para perdonarle tantas ganas de irse.
Ah¨ª qued¨® todo, en el gol del rubio franc¨¦s. En este campo veremos mejores partidos, seguro. Y algunos peores. ?ste va a la historia s¨®lo por ser el primero. Pero lo que impact¨® en la noche madrile?a, la primera noche fresca tras un duro verano, fue el imponente estadio que se estrenaba. Un golpe de prestigio mundial para el Atl¨¦tico, que se presenta con nuevas ropas en el alto concierto internacional. Sin ensayo previo, fue un gran estreno, entre lo solemne y lo castizo (?viva Sabina!) y con alg¨²n fallo inevitable (los videomarcadores se fundieron poco despu¨¦s del gol). Fue la noche del gran salto adelante del Atl¨¦tico.