Cristiano rein¨® en el Camp Nou

Tremenda victoria del Madrid en el Camp Nou. Tremenda por la contundencia del resultado, m¨¢s tremenda a¨²n por la forma en que se produjo. El Bar?a marc¨® un solo gol, a trav¨¦s de Messi, en un penalti un poco de aquella manera, como se dice por el Mediterr¨¢neo. El Madrid marc¨® tres, uno de ellos, soberbio, de Cristiano, que luego se sobr¨® quit¨¢ndose la camiseta, con el castigo de una amarilla, a la que luego se sum¨® otra, m¨¢s que discutible. Antes de su gol, Piqu¨¦, el eterno entrometido, marc¨® uno en propia meta. Cerr¨® la noche Asensio, con un casta?azo a la escuadra. En fin: el Madrid tiene la Supercopa y el Bar?a, un problema.

Fue muy soso el primer tiempo. No se puede describir de otra manera. En el Madrid faltaba Cristiano, cuyo retraso para incorporarse a los entrenamientos sirvi¨® de coartada a Zidane para no alinearle en el once inicial del Camp Nou. Sin Cristiano, eso no era el Madrid, y menos vestido como iba, no de blanco, como la ocasi¨®n requer¨ªa, por tantas razones que ser¨ªa ocioso desarrollar aqu¨ª. En lugar de eso el Madrid visti¨® un azul aguamarina, que ven¨ªa a ser el promedio entre el blaugrana del Bar?a y el verde universal del c¨¦sped. No s¨¦ cu¨¢ntas de estas camisetas vender¨¢ el Madrid, pero chaf¨® el partido.

Todo pas¨® en la segunda mitad, sobre todo tras la salida de Cristiano. Su presencia en el partido dej¨® m¨¢s en evidencia que nunca a sus dos compa?eros de l¨ªnea. En el rato que estuvo en el campo, remat¨® mal una chilena, marc¨® un gol anulado por fuera de juego, hizo un golazo, se quit¨® la camiseta, le tiraron entrando en el ¨¢rea, le ech¨® el mal ¨¢rbitro, luego le empuj¨®. Nada que ver con las ¡®bes¡¯. Isco, ¨¦l y Asensio dieron sentido al juego del Madrid. En fin: ahora falta ver qu¨¦ decide el Comit¨¦ respecto a Cristiano. Pero la Supercopa parece resuelta y Zidane tiene m¨¢s argumentos para decirle a su presidente que las ¡®bes¡¯ son min¨²sculas y la C es may¨²scula.