Usain y una noche en el calabozo
Usain Bolt pas車 en 2002 una noche en el calabozo de una comisar赤a de Nassau, la capital de Bahamas, porque la polic赤a confundi車 la travesura infantil de esconderse de todo el mundo, oculto en una furgoneta, con la intenci車n de robarla y darse a la fuga, o poco menos. Usain ten赤a entonces quince a?os y estaba all赤 para representar a Jamaica en los Carifta Games, una competici車n exclusiva para chicos y chicas menores de veinte a?os pertenecientes a pa赤ses caribe?os de habla inglesa. Fue liberado por su entrenador de entonces, Pablo McNeill, exvelocista ol赤mpico, y conducido de nuevo a los entrenamientos, de los que el chico de Sherwood Content hu赤a como gato escaldado. Pero, en fin, como hab赤a que correr, el joven Usain venci車 en 200 y 400 metros con r谷cords de la competici車n.
El bueno y paciente McNeill siempre tuvo claro que aquel chico espigado, m芍s amante del cr赤quet, del baile y de la m迆sica que del atletismo, era algo muy especial, que hab赤a nacido con alas en los pies. En los Mundiales j迆niors de aquel mismo 2002, celebrados en Kingston venci車 en los 200 metros y un ojeador de Puma, que estaba por all赤 a la caza y captura de genios incipientes, telefone車 de inmediato a la central de la firma en Alemania: ※Hay aqu赤 un chico de quince a?os que, adem芍s de correr m芍s que nadie, da espect芍culo y encandila al p迆blico§, vino a decir. Le contestaron que le hiciese a sus padres, Wellesley y Jennifer, una oferta de patrocinio, que aceptaron. En aquel ya lejano 2002 el ni?o Bolt empez車 a asombrar. Quince a?os despu谷s dice adi車s al hect車metro. Le echaremos de menos.