Sin Pepe, la zaga se aburguesa
Resbal¨® el Madrid en Miami, donde jug¨® un partido playero con el Bar?a. En muchos aspectos fue la ant¨ªtesis del Cl¨¢sico. No se vio control, ni rigor defensivo, ni continuidad en el juego. Partido de jugadas m¨¢s que de f¨²tbol, mejor entendido por el Bar?a, que gan¨® y dispuso de m¨¢s ocasiones. Sus tres victorias de pretemporada son la ¨²nica noticia saludable en medio del torbellino que ha generado el ¡®Caso Neymar¡¯. El Madrid comienza a tener motivos de preocupaci¨®n. Ha recibido ocho goles en tres partidos y se detecta el vac¨ªo que deja la salida de Pepe.
Siempre es complicado rehacer una plantilla despu¨¦s de una crisis, m¨¢s a¨²n si la crisis afecta a equipos que no pueden permitirse un a?o mediocre. Aunque gan¨® la Copa, la hinchada del Bar?a percibi¨® la ¨²ltima temporada con desilusi¨®n. Pareci¨® un equipo trist¨®n, erosionado por el paso de los a?os en algunos de sus mejores jugadores y por la desastrosa contribuci¨®n de los suplentes.
Despu¨¦s de un gasto de 140 millones (Cillessen, Umtiti, Digne, Andr¨¦ Gomes, Denis Su¨¢rez y Alc¨¢cer), a?adidos a los 52 que costaron Arda Turan y Aleix Vidal en el ejercicio anterior, el Bar?a vivi¨® casi exclusivamente de su equipo titular. La contrataci¨®n del lateral portugu¨¦s Semedo (30 millones) adquiere un interesante valor simb¨®lico. La suma del dinero gastado por el Bar?a desde enero de 2016 hasta hoy es de 222 millones de euros, la cantidad que pagar¨¢ el Par¨ªs Saint Germain por la cl¨¢usula de Neymar.
A la desaz¨®n que supone la p¨¦rdida de una estrella del calibre del brasile?o, el Bar?a no puede a?adir otro fracaso en la detecci¨®n y contrataci¨®n de nuevos jugadores. Tendr¨¢ que afinar mucho en el uso del frangote de dinero que recibir¨¢ por Neymar, si se confirma la operaci¨®n, en marcha desde hace semanas. El momento tiene un punto dram¨¢tico porque cualquier error en el cap¨ªtulo deportivo colocar¨¢ a la directiva del Bar?a en jaque mate.
Se puede pensar que el Real Madrid est¨¢ en las ant¨ªpodas del Bar?a. Viene de una temporada excepcional, una de las mejores de su historia, y la del Madrid no es una historia cualquiera. Termin¨® la temporada con la sensaci¨®n de plenitud. Ten¨ªa una plantilla redonda. En esos casos, el ¨²nico problema posible era el inverso al del Bar?a, es decir, cometer la imprudencia de tocar lo que funciona.
Los primeros partidos de pretemporada se?alan un d¨¦ficit realizador. Es probable que no sea una gran preocupaci¨®n para Zidane. No ha regresado todav¨ªa Cristiano y se adivina el fichaje de alg¨²n gran delantero para ocupar el puesto de Morata. Si algo caracteriza al Madrid es su producci¨®n goleadora. Raro es el a?o que no marca m¨¢s de 100 goles en la Liga.
M¨¢s significativo ha sido el d¨¦ficit defensivo. El equipo ha recibido casi tres goles por partido y ha concedido un n¨²mero asombroso de ocasiones a sus rivales. El primer dato es que todos los titulares tienen su puesto asegurado tras la marcha de Danilo y Pepe. Ahora mismo s¨®lo Nacho es una garant¨ªa como relevo, pero no amenaza la titularidad de nadie en concreto.
La seguridad suele llevar al aburguesamiento, un defecto que en esta pretemporada se ha visto principalmente en Varane. Si algo se ha echado de menos hasta ahora, ha sido el grado de exigencia que supon¨ªa la presencia de Pepe en el equipo y en la plantilla, adem¨¢s de una fiereza competitiva durante nueve a?os. No es un chaval, pero no hay raz¨®n alguna para dudar de su vigencia y del efecto que produc¨ªa, tanto en el club como en los rivales. A d¨ªa de hoy, algo parecido a la nostalgia de Pepe crece en el Real Madrid.