De Murakami a Bucay pasando por Camus. El f¨²tbol s¨ª lee y estos son sus libros
Nobel de f¨²tbol. Albert Camus dijo una vez: ¡°Todo cuanto s¨¦ sobre la moral y las obligaciones de los hombres se lo debo al f¨²tbol¡±. Autor de un imprescindible, El Extranjero, es el ejemplo que estalla ese t¨®pico, que el f¨²tbol y las letras no casan, que son mundos aparte, separados. Antes que escritor Camus fue futbolista, portero en el Montpensier argelino, en el Racing Universitario de Argel. Colg¨® los guantes, cogi¨® el boli pero no olvidar¨ªa. ¡°Aprend¨ª que la pelota nunca viene hacia donde uno espera. Eso me ayud¨® mucho en la vida¡±. Palabra de Nobel de literatura.
Adi¨®s t¨®pico. Nabokov no gan¨® el Nobel pero escribi¨® Lolita. Y tambi¨¦n fue futbolista, tambi¨¦n portero. ¡°Era exc¨¦ntrico, pero bastante espectacular¡±, se describ¨ªa bajo los palos del Trinity de la Universidad de Cambridge. Otro ejemplo para detonar el t¨®pico. En Espa?a, escritores como V¨¢zquez Montalb¨¢n, Javier Mar¨ªas o Vila-Matas o periodistas como Alfredo Rela?o usaron su pu?o y letra para tambi¨¦n derribarlo. Y futbolistas. Juan Mata es el nombre.
Mata. Bajo su brazo no es extra?o encontrar un libro. Murakami podr¨ªa leerse en el lomo. Apellido del escritor japon¨¦s, Lynch de las letras, padre de esos t¨ªtulos, Tokio Blues, La caza del carnero salvaje y Kafka en la orilla, que hay que leerse. Cuando Forl¨¢n estaba en el Atleti el nombre que se le¨ªa bajo su brazo era el de Kapuscinski, periodista y poeta, Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las letras 2003; autor de ese libro, ?bano, o de aquel otro, La guerra del f¨²tbol, retrato del conflicto entre Honduras y El Salvador.
Ejemplos. Para Jos¨¦ Gal¨¢n, Magallanes del f¨²tbol espa?ol, ahora en Hong Kong, su libro es El Principito. Para Pepe Reina, cualquiera de Bucay. Para Xabi Alonso, ese que contiene El verano de Garitano, de Javier Aznar, ?D¨®nde vamos a bailar esta noche? ?scar Fern¨¢ndez, entrenador del Atleti B, se queda con el del David Cansinos, Todos los d¨ªas sale el sol y si no sale ya me encargo yo de sacarlo. Iker Casillas, con El Alquimista. Piqu¨¦, con cualquiera de Carlos Ruiz Zaf¨®n, el de La sombra del viento. Para que luego se diga que los futbolistas no leen. Ja. ¡°Los partidos en un estadio repleto y el teatro, lugares que am¨¦ sin igual, son los ¨²nicos sitios del mundo en los que me siento inocente¡± que dec¨ªa Camus. F¨²tbol y arte, letra y pelota, misma pasi¨®n otra vez, la misma cosa.