Despu¨¦s del Villarato llega el villarismo
¡®Villarato is over¡¯, me mensaje¨® un amigo en cuanto supo de la detenci¨®n de Villar. En efecto, el Villarato, entendido como el largo periodo de mandato de Villar, con sus ma?as para mantenerse en el poder, lo podemos dar por liquidado. Pero tras el Villarato queda el ¡®villarismo¡¯, neologismo ¨¦ste que no se me debe a m¨ª, sino a Tebas, y que define la fe de los hinchas de Villar, esa prole de botafumeiristas favorecidos con diversas regal¨ªas, algunas poco decentes, durante tantos a?os. Ellos siguen ah¨ª, aspirantes a un ¡®villarismo¡¯ sin Villar, como aquellos que llamamos en la Transici¨®n ¡®El Bunker¡¯ aspiraban a prorrogar el franquismo sin Franco.
Misi¨®n de Lete es evitarlo. Va a ser cuesti¨®n de arrestos y de astucia. Tebas, m¨¢s expeditivo, ser¨ªa partidario de solicitar una intervenci¨®n judicial, al modo de aquella contra el Atl¨¦tico de Jes¨²s Gil; el propio juez nombrar¨ªa un instructor y empezar¨ªamos de cero. Pero el residuo villarista aspira a otra cosa. Hoy quieren reunir una Junta que no existe, aunque ellos dicen que s¨ª. Seg¨²n ellos, Villar ya hab¨ªa nombrado junta, aunque de palabra. En cabeza de la movida est¨¢n Marcelino Mat¨¦, presidente de Castilla y Le¨®n, del que ya les habl¨¦, y Esther Gasc¨®n, que aparece en las conversaciones como beneficiaria de 300.000 euros por un falso despido.
Ah¨ª dentro no hay casi nada de provecho, me temo que ni siquiera una familia de Lot a la que merezca la pena salvar, y Lete lo sabe. Esos 44 folios del atestado del juez Pedraz son el retrato de una organizaci¨®n envilecida, una casa de enredos en la que se sobreviv¨ªa pillando lo que se pudiera y haciendo como que no. Si el CSD contemporiza con esa gente cometer¨¢ un error que le volver¨¢ como un efecto ¡®boomerang¡¯. Ya ha quedado bastante retratado M¨¦ndez de Vigo al sustituir a Cardenal en busca de ¡®una salida honorable a Villar¡¯, confirmando que la corrupci¨®n es la asignatura ante la que siempre se atasca su Gobierno. A ver si esta vez...