Cristiano, Messi y Hacienda
El que nada hace, nada teme. Lo dice un hombre ya experto, que a su vez lo aprendi¨® de su madre. Messi ya ha sido condenado por no cumplir el precepto en lo que a Hacienda se refiere, y se arriesga a una situaci¨®n penal peligrosa si prospera el feo asunto de su Fundaci¨®n. Cristiano ha sido citado por la Justicia el d¨ªa 31, denunciado por la Fiscal¨ªa por defraudar, presuntamente, 14,7 millones de euros. Messi y Cristiano, huelga decirlo, son el v¨¦rtice de uno de los acontecimientos planetarios m¨¢s esperados: los Madrid-Bar?a que re¨²nen frente al televisor a cientos de millones de espectadores repartidos por todo el mundo, de todos los colores y religiones. Se puede decir sin caer en la exageraci¨®n que nada es m¨¢s 'marca Espa?a' que un Cl¨¢sico. No es bueno que Messi y Cristiano est¨¦n en lenguas. Ni para ellos ni para el negocio.
Es una pena que, motu propio?o inducido, est¨¦n en este l¨ªo. En el caso de Messi, que ya ha sido condenado en firme por el Tribunal Supremo, s¨®lo le queda pagar, reparar el da?o y cumplir la sentencia. La gran diferencia entre los casos de Messi y Cristiano, de quien se debe respetar la presunci¨®n de inocencia, es que el argentino no tuvo voluntad de cumplir con Hacienda, mientras el portugu¨¦s, seg¨²n su l¨ªnea de defensa, acudi¨® voluntariamente para regular su situaci¨®n en 2014 (pag¨® seis millones). El caso de Messi se agrav¨® al crear una sociedad en Panam¨¢ para seguir facturando a espaldas de Hacienda. Adem¨¢s, el azulgrana es residente fiscal en Espa?a y eso implica que debe tributar en nuestro pa¨ªs por lo que ingrese en todo el mundo. Cristiano est¨¢ acogido al R¨¦gimen de Impatriados y s¨®lo tributa en Espa?a por lo que ingrese en el pa¨ªs. Es un r¨¦gimen fiscal aplicable a los trabajadores desplazados a territorio espa?ol (la llamada Ley Beckham). Sobre el caso de Messi no hay dudas, porque ya ha sido juzgado. Sobre el de Cristiano, m¨¢s all¨¢ de la tesis de su defensa, est¨¢ la denuncia de la Fiscal¨ªa con los datos de la Agencia Tributaria. Sobre esto debe decidir la magistrada G¨®mez Ferrer.
Pero situaciones procesales al margen, hay que incidir en lo que el Madrid-Bar?a genera. La pr¨®xima temporada ya tenemos asegurados cuatro Cl¨¢sicos (dos de Supercopa y dos de Liga) y podr¨ªamos tener cuatro m¨¢s si coinciden en Copa del Rey y Champions. Ocho partidos por quinientos millones de audiencia media suponen una llegada a cuatro mil millones de personas, la mitad de la poblaci¨®n de la tierra contando beb¨¦s, ancianos y a los pocos millones que a¨²n no les gusta el f¨²tbol. Cuatro mil millones pendientes de Cristiano y Messi. Por eso conviene que lo de Hacienda se resuelva pronto, sea en el sentido que sea. Estar en esta pomada no le hace bien a ellos, pero tampoco a la industria. Que paguen lo que tengan que pagar y que asuman lo que deban asumir, pero que sea r¨¢pido.