Mucha p¨®lvora y poco dise?o
La buena salud del f¨²tbol peninsular se acredit¨® en el duelo Espa?a-Portugal, dos potencias que han trasladado al m¨¢ximo nivel su prestigio en las categor¨ªas juveniles. Son las dos selecciones que han dominado la Eurocopa desde 2008, sostenidas por la impresionante producci¨®n de sus j¨®venes jugadores. A la Espa?a de Xavi, Iniesta, Torres, Isco y Thiago -todos ellos cargados de t¨ªtulos desde ni?os- se puede oponer la Portugal de Figo, Simao, Cristiano y una formidable saga de grandes futbolistas. Lo mejor es que tanto un pa¨ªs como el otro han sido capaces de trasladar la excelencia de sus j¨®venes a la siguiente categor¨ªa. Y por lo que se vio ayer en Polonia, el futuro les sonr¨ªe.
Gan¨® Espa?a, pero Portugal jug¨® con m¨¢s empaque durante muchas fases del partido. A la Selecci¨®n le cuesta gestionar el partido desde donde le conviene: la posesi¨®n de la pelota. Como le sucedi¨® ante Macedonia, pas¨® un mal rato en el primer cuarto de hora del encuentro. Portugal manej¨® el juego y gener¨® las mejores oportunidades. La presencia de Jonny por Gay¨¢ -un estricto marcador en lugar de un lateral con vocaci¨®n de extremo- no tuvo el efecto previsto por Celades.
Espa?a perdi¨® pujanza en la banda izquierda, abandon¨® a Asensio y sufri¨® las constantes incursiones de Joao Cancelo, un lateral sin rigor defensivo pero con unas fenomenales cualidades ofensivas. Tampoco ayudaron los centrales. Mer¨¦ y Vallejo decepcionaron frente a Macedonia y no mejoraron sus prestaciones ante Portugal. Es el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil de un equipo que tiene una ventaja sobre todos sus rivales: Espa?a cuenta con un alt¨ªsimo n¨²mero de jugadores capaces de ganar un partido por su cuenta.
Sa¨²l es uno de ellos. Aparente centrocampista, Sa¨²l es un especialista en las dos ¨¢reas. Podr¨ªa jugar, y lo ha hecho en ocasiones, como central, pero es en el ¨¢rea contraria, o en sus inmediaciones, donde aparece el rematador que lleva dentro. Gran chutador, excelente cabeceador, intuitivo para sorprender en las llegadas al ¨¢rea, Sa¨²l es una garant¨ªa de gol, con otra cualidad a?adida: sus goles son impresionantes.
Antes de que Espa?a asomara la cabeza, Sa¨²l marc¨® el primer gol. Fue un golazo por el poder¨ªo del jugador del Atl¨¦tico, su decisi¨®n para buscar el remate y la capacidad para salvar rivales. Un central desvi¨® el remate, pero la jugada fue de categor¨ªa. Portugal, que hab¨ªa estrellado un remate en el palo, se enter¨® en esa jugada del problema que ten¨ªa enfrente. Pod¨ªa dominar, jugar mejor y dar sensaci¨®n de equipo notable, pero la p¨®lvora estaba en el otro lado.
Buena parte del problema reside en la falta de comunicaci¨®n de Llorente, Sa¨²l y Ceballos. Uno por uno, firmaron un partido aceptable, pero la suma no funcion¨®. Es un conjunto disjunto. Llorente no se ha erigido en la autoridad que requiere su posici¨®n como medio centro. Le falta fijeza. Se dispersa demasiado en un trabajo que requiere minimalismo y control. Sa¨²l prefiere el viaje entre las ¨¢reas que la elaboraci¨®n. Ceballos busc¨® socios, pero no los encontr¨®. Con ese paisaje, m¨¢s las dudas de Mer¨¦, Vallejo y Jonny, Espa?a pas¨® demasiado tiempo cerca de su porter¨ªa, achicando agua sin necesidad.
A esta Selecci¨®n, como le ocurre al Real Madrid, le conviene un centrocampista m¨¢s. Espa?a necesita m¨¢s control de juego y menos disgustos defensivos. No va en su estilo y se nota. Ni el gol de Sandro -por una vez Deulofeu no se ofusc¨® y cruz¨® un pase al primer toque- ayud¨® al equipo a soltarse. Se encerr¨® y pas¨® las de Ca¨ªn para sostenerse. Abandonado a su suerte, algo que el equipo de Celades no puede permitirse, Asensio s¨®lo pudo aparecer tangencialmente, con un par de jugadas exquisitas, pero sin la continuidad que merece.
Celades orden¨® el ingreso de Denis Su¨¢rez despu¨¦s del golazo de Bruma, una buena decisi¨®n que debi¨® llegar antes. Deulofeu tiene m¨¢s galones que autoridad real en el equipo. En un equipo que no tiene la arquitectura adecuada en el medio campo, es discutible la presencia de un extremo que la mayor¨ªa de las veces es m¨¢s un problema que una soluci¨®n. Con un centrocampista m¨¢s en la alineaci¨®n, el equipo ganar¨ªa en consistencia defensiva, control del juego y mejor compa?¨ªa para Asensio.