Cristiano, no hay otro club que te de tanta felicidad
Cristiano est¨¢ molesto, tan molesto que en su cabeza est¨¢ muy viva la idea de que quiz¨¢s haya llegado el momento de cambiar de aires, no porque tenga algo en contra del pa¨ªs que le ha acogido ni del club que representa, pero m¨¢s bien por no admitir que se dude de su permanente empe?o en cumplir sus obligaciones profesionales y de todo orden con ellas relacionadas.
Est¨¢ claro que Cristiano est¨¢ pasando por un aut¨¦ntico calvario desde que salieron a la luz sus problemas con el fisco espa?ol, sufre solo por pensar que lo puedan considerar un defraudador, que se ponga en cuesti¨®n su firme prop¨®sito de pagar a Hacienda todo lo que tenga que pagar. Siempre han ido en eso sentido sus instrucciones a sus abogados, sabe que es el responsable ¨²ltimo por todo lo que firma, pero conf¨ªa en que los especialistas en cuestiones fiscales tan complexas como las suyas, siempre hagan bien su trabajo que para eso les paga y bien.
Cristiano siente que se le esta injustamente criminalizando, que se ha da?ado irremediablemente su imagen cuando lo justo ser¨ªa esperar que la Justicia se pronuncie y aclare si tienen o no raz¨®n los fiscalistas que acreditan en su inocencia al consideraren que todo se resume a una divergencia t¨¦cnica sobre la forma de interpretar la ley.
El enfado de Cristiano no deber¨ªa ser irreversible, pero para eso hace falta que Florentino P¨¦rez tome el tema muy en serio, procure tranquilizar la situaci¨®n y le haga ver que el madridismo lo admira, le quiere, que de ninguna manera desea que se vaya, que este es el club donde lo ganado todo y que, pese al desagradable de problemas como este, no hay otro club en el mundo que le pueda ofrecer mayor felicidad.