L¨¢grimas en la carretera
Con un mes exacto de diferencia, Michele Scarponi y Nicky Hayden se han dejado la vida en la carretera. Un ganador del Giro de Italia y un campe¨®n del Mundo de MotoGP. Los dos montaban en bicicleta y los dos fueron arrollados por coches en Italia. El problema es internacional. Y afecta sin distinciones a cualquiera que practique el ciclismo. Da igual que seas ganador del Tour de Francia, como le ha ocurrido recientemente a Chris Froome, o que seas un ciudadano que te desplazas para comprar el pan o a tu puesto de trabajo. Entre las fechas de las muertes de Scarponi y Hayden, en Espa?a hemos vivido cap¨ªtulos escalofriantes, como esa conductora sin carnet que, borracha y drogada, arrollaba a un pelot¨®n de triatletas y mataba a tres de ellos en Oliva en una ma?ana de domingo.
Hay veces que la responsabilidad del conductor es clara. Aunque no siempre. Dicen que Hayden se salt¨® un stop, que la persona que manejaba el autom¨®vil est¨¢ rota de tristeza... Somos seres humanos. Entre los pilotos hay una enorme pasi¨®n por el ciclismo, que incluso lo utilizan como parte de su preparaci¨®n: Aleix Espargar¨®, Fernando Alonso, Maverick Vi?ales, Nani Roma, Roberto Merhi... Qui¨¦nes mejor que los deportistas del motor que montan en bici para entender a ambas partes. Casi todos los que practican el ciclismo son tambi¨¦n conductores. No se trata de se?alarnos unos a otros. Se trata de convivir, de respetarnos... Y de cumplir las leyes. Siempre habr¨¢ accidentes, pero muchos se pueden evitar. El ciclista es la parte d¨¦bil. Y cuando una vida se va, nadie puede devolverla.