Es hora de parar el deporte; Venezuela se desangra
En Venezuela, hasta el momento de escribir estas l¨ªneas, 37 personas hab¨ªan perdido la vida durante las protestas en contra del moribundo r¨¦gimen del presidente Nicol¨¢s Maduro. En un pa¨ªs saturado por el gas lacrim¨®geno, la mayor¨ªa de los dirigentes deportivos se hacen la vista gorda, y tratan, cueste lo que cueste, de disfrazar de ¡°normalidad¡± un pa¨ªs en llamas.
La Federaci¨®n Venezolana de F¨²tbol no ha interrumpido el campeonato pese a la cr¨ªtica constante de los atletas, que hasta protagonizaron uno de los minutos de silencio m¨¢s ins¨®litos en la historia del deporte, como respuesta a la prohibici¨®n de recordar a las v¨ªctimas de las manifestaciones.
La Liga Profesional de Baloncesto, al igual que sus colegas del balompi¨¦, llevan a cabo un torneo con poca asistencia, con escasas transmisiones televisivas y tribunas vac¨ªas.??Es justo que en estos momentos, cuando el pa¨ªs se juega tanto, los intereses est¨¦n por encima de la integridad de fan¨¢ticos y atletas?
Sabemos la injerencia gubernamental en el deporte venezolano, sobre todo por la necesidad de las instituciones deportivas de obtener divisas para continuar con sus torneos, pero eso no justifica la idea ego¨ªsta de no abrir las puertas de los estadios y ver lo que sucede en las calles.
¡°Vivimos en una burbuja¡±, dijo el entrenador argentino de Trotamundos de Carabobo, Rub¨¦n Magnano, cuando le consultamos por la situaci¨®n del pa¨ªs. L¨¢stima que fan¨¢ticos, y ciudadanos en general, no tengan acceso a esas ¡°burbujas¡± cuando salen de los recintos deportivos hacia sus casas. Venezuela vive una de las crisis pol¨ªticas, sociales y econ¨®micas m¨¢s grandes de su historia y no es momento de cuidar relaciones con intereses econ¨®micos. Es momento de pensar en el futuro.
El silencio puede ser c¨®mplice de las atrocidades que suceden d¨ªa tras d¨ªa en las represiones en contra de los manifestantes de oposici¨®n. Y, hasta el momento, la mayor¨ªa de la dirigencia lo est¨¢ siendo. Es hora de parar. Detenerse. Pensar y planificar un mejor pa¨ªs. Uno de oportunidades, de estadios llenos y de aire puro. No el que hoy, lamentablemente, nos intentan vender algunos dirigentes. Es hora de actuar por Venezuela.