Zidane, m¨¢s que un gestor
Alrededor de Zinedine Zidane se han establecido todo tipo de t¨®picos. Fue un jugador deslumbrante que gener¨® la unanimidad en el Real Madrid y en el mundo del f¨²tbol. Jugaba con tanta naturalidad que parec¨ªa dominar todos los secretos del juego. En otros futbolistas, ese conocimiento se habr¨ªa interpretado como le certeza del entrenador que llevaba dentro. Pocos cerraron su carrera con tanto prestigio: Campe¨®n del Mundo, de Europa, de la Liga de Campeones, de las Ligas italiana y espa?ola, ¨ªdolo del Bernab¨¦u y h¨¦roe franc¨¦s. Sin embargo, Zidane demor¨® en comenzar su carrera como entrenador y las sospechas pesaron m¨¢s que sus fastuosas credenciales.
Comenz¨® como asesor de Mourinho ¨C-si eso fuera posible--, busc¨® la sombra cuando el t¨¦cnico portugu¨¦s pas¨® de la ebullici¨®n al delirio, se reacomod¨® como segundo de Ancelotti y finalmente acept¨® su primer trabajo como entrenador. El jugador que todo lo sab¨ªa se convirti¨® en el t¨¦cnico del Castilla en Segunda B, con discretos resultados y un aura de misterio a su alrededor. Cuando Florentino P¨¦rez le design¨® sucesor de Rafa Ben¨ªtez en una de las crisis m¨¢s profundas del Real Madrid en los ¨²ltimos a?os, se entendi¨® que prevalec¨ªa su nombre sobre sus m¨¦ritos. Un a?o y medio despu¨¦s, el Real Madrid ha ganado la Copa y la Supercopa de Europa, est¨¢ cerca de conquistar la Liga y tiene m¨¢s de medio billete para la final de la Liga de Campeones.
Un palmar¨¦s de estas caracter¨ªsticas deber¨ªa colocarle fuera de toda sospecha. Con mucho menos hay entrenadores que manejan un cr¨¦dito para toda la vida. A Zidane le ocurre algo extra?o. Al virtuoso del juego no se le reconocen sus conocimientos t¨¢cticos. Al t¨ªmido personaje se le elogia su capacidad de gesti¨®n y su habilidad para comunicarse con la Prensa. Son dos sangrantes contradicciones que ayudan a la instauraci¨®n de un t¨®pico, el de Zidane como amable gestor de grupos.
Uno de los factores m¨¢s relevantes en la victoria del Real Madrid sobre el Atl¨¦tico fue la superioridad t¨¢ctica del equipo de Zidane. Es cierto que se vio beneficiado por la ausencia de Bale, un jugador sobre el que pesa el precio de su fichaje y las obligaciones contra¨ªdas al respecto, pero todas las decisiones de Zidane colocaron al equipo por encima del Atl¨¦tico. El Madrid fue mejor con la alineaci¨®n inicial, no pag¨® el precio de la sustituci¨®n de Carvajal por Nacho y vol¨® cuando ingresaron Asensio y Lucas V¨¢zquez.
Todas las decisiones de Zidane fueron acertadas. Las tom¨® en un partido complejo, nada menos que en las semifinales de la Copa de Europa y frente a un entrenador que se ha ganado fama de maestro t¨¢ctico. Ninguna de las respuestas de Simeone cambi¨® el signo de un partido con un solo due?o: el Real Madrid. Ni uno de sus jugadores baj¨® del notable, al contrario que en el Atl¨¦tico, donde solo Oblak estuvo a la altura de los acontecimiento.
Tres semanas antes, se critic¨® a Zidane por la alineaci¨®n y los cambios que introdujo frente al Atl¨¦tico. La derrota con el Bar?a no le alivi¨® el cr¨¦dito. Se agrandaba el t¨®pico: Zidane es m¨¢s gestor que entrenador. No es cierto. Puede que el t¨¦cnico franc¨¦s no presuma de sus conocimientos, pero sus m¨¦ritos son indiscutibles. Pocas veces un rookie como ¨¦l ha dirigido con tanto ¨¦xito a un equipo tan exigente como el Madrid. Lo ha hecho con mano izquierda, excelente gesti¨®n de la plantilla y una amplia mayor¨ªa de decisiones convenientes. Ante el Atl¨¦tico, Zidane reivindic¨® los m¨¦ritos que muchos le niegan.