Dos colegios en la capital del rugby

Dos colegios. Una ciudad. Un cura franc¨¦s lleg¨® al de El Salvador, cambi¨® los balones de f¨²tbol por unos ¨®valos de goma, y los ni?os comenzaron a jugar al rugby en 1960. El material lo guardaban en un chamizo que hab¨ªa en el patio. As¨ª naci¨® el actual Silverstorm El Salvador: los chamizos. Otro colegio, diez a?os despu¨¦s: Nuestra Se?ora de Lourdes. Brot¨® otro club, el vigente VRAC Quesos Entrepinares. Chamizos y queseros. Ah¨ª arranc¨® una rivalidad que divide y une a Valladolid. ¡°Esa rivalidad nos ha hecho m¨¢s fuertes¡±, nos dijo ayer Juan Carlos P¨¦rez, el t¨¦cnico chamizo. Y tan fuertes se hicieron, que empezaron a ganar t¨ªtulos. Uno y otro. Muchos t¨ªtulos. Son rivales, pero tambi¨¦n vecinos: de ciudad, pero tambi¨¦n de estadio: el vetusto Pepe Rojo. Y en esa vocaci¨®n ganadora llegaron a 2016.

Ambos se clasificaron para la final de la Copa del Rey. Y surgi¨® una idea: ?por qu¨¦ no jugamos en Zorrilla? Y esa temeraria idea se convirti¨® en 26.500 espectadores en la grada. Ha pasado un a?o y se va a repetir experiencia este domingo, pero esta vez sin el VRAC: El Salvador contra la Santboiana. Queseros y chamizos, tan fuertes en su rivalidad deportiva, se han convencido de que fuera del campo son m¨¢s grandes unidos. Y han creado la plataforma ¡®Rugby Ya¡¯ para fomentar el rugby en su ciudad. Esta nueva final es un ejemplo. Tambi¨¦n la petici¨®n de hacer de Valladolid la sede fija de la lucha por la Copa. Llenar un estadio de f¨²tbol con un t¨ªtulo espa?ol es una buena lanzadera para crecer. Como lo ser¨ªa colocar m¨¢s balones ovalados otra vez en los colegios. El origen de este sue?o.