All¨¢ Zidane con su Bale y su Florentino
En su libro, Ancelotti detall¨® las presiones que tuvo de Florentino en torno a Bale. El gran mandatario del Madrid vio en su d¨ªa al gal¨¦s como un presunto aspirante al trono que se reparten desde hace nueve a?os Messi y Cristiano. Ha pasado el tiempo y no parece que eso vaya a ser as¨ª. En ¡®pole position¡¯ est¨¢ Neymar, y cerca de ¨¦l andan otros como Griezmann, Mbapp¨¦ y Dybala, m¨¢s quiz¨¢ alg¨²n otro. En ning¨²n caso Bale, estupendo jugador, pero que se apoya en su f¨ªsico de decatleta m¨¢s que el propio Cristiano Ronaldo (que a eso suma bastantes cosas m¨¢s) y que para su perdici¨®n es un jugador de cristal, como se dec¨ªa antes. Fr¨¢gil.
Viene esto a cuento porque Bale jug¨® el Cl¨¢sico sin venir a cuento. Estaba lesionado, o mal recuperado, o ambas cosas. El Madrid tiene jugadores de sobra para mejorar a un Bale mermado, incluso para discutirle el puesto a un Bale en forma. No hago de menos a Bale. Es un jugador estupendo si est¨¢ sano. En realidad su problema es que no hac¨ªa falta, por eso no ha jugado en su sitio, sino en el que fue de Di Mar¨ªa, formidable, y antes de Robben, mejor a¨²n, si cabe. A ¨¦ste le ech¨® Florentino por ¡®fr¨¢gil¡¯, que lo era, pero no m¨¢s que Bale. A Di Mar¨ªa le aburri¨®, buscando figuras para su puesto: primero Bale y cuando emigr¨® a la media, a James.
Vuelvo: ?por qu¨¦ jug¨® de salida el Cl¨¢sico un Bale en precario? Zidane dio explicaciones penosas. Le hac¨ªa mucha ilusi¨®n, dijo. Supongo que no m¨¢s que a Lucas V¨¢zquez, que fue a la grada, o que Asensio, que cuando sali¨® hizo mucho, pero que mucho, m¨¢s. O que Isco, o incluso James. All¨¢ Zidane si prefiere dejar arrasarse por las pretensiones inducidas por su presidente (que en el palco intercambiaba calor codo con codo, en estos d¨ªas dif¨ªciles, con Aznar) en lugar de ser justo. El domingo bien pudo empatar el partido, o hasta ganarlo. Pero lo perdi¨® y eso har¨¢ que caiga sobre su cuenta la alineaci¨®n indefendible de Bale.