Dijsselbloem equivoc¨® el vicio nacional

Dijo Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, que los espa?oles pedimos prestado para gastarlo luego en alcohol y mujeres (con amigos as¨ª, para qu¨¦ enfadarnos por el Brexit). Pienso que puestos a meter la pata, podr¨ªa haber buscado otro ejemplo, m¨¢s defendible y menos infame: nos lo gastamos en f¨²tbol. Ma?ana el Madrid visita al Bayern. Las entradas all¨ª, en el rico y pr¨®spero pa¨ªs de la Merkel, est¨¢n entre 35 y 150 euros. Una semana m¨¢s tarde, ese mismo partido, en Madrid, costar¨¢ de 80 a 295, m¨¢s o menos el doble, localidad por localidad. No es la primera vez que observo algo as¨ª. Aqu¨ª el f¨²tbol cuesta m¨¢s caro.

Alguno pensar¨¢ que el de Madrid es partido de vuelta, por tanto decisivo, y que por tanto ¡®vale¡¯ m¨¢s. Aunque yo pienso que los precios del Bernab¨¦u ser¨ªan los mismos de haber tocado aqu¨ª la ida, aportar¨¦ para esc¨¦pticos otro elemento de comparaci¨®n: el Bayern-Borussia del s¨¢bado, el gran partido de Alemania, cost¨® s¨®lo de 15 a 70 euros. El Madrid-Atleti, de 80 a 250. Sin llegar a tanta desproporci¨®n, tambi¨¦n cuesta m¨¢s ver los partidos de casa del Bar?a y el Atleti que los de sus visitas a la Juve y al Leicester. Nuestro vicio nacional es el f¨²tbol, no los dos que nos adjudica ese calvinista borde. Por disfrutarlo pagamos lo que nos pidan, sin rechistar.

Esta semana viene buena, empezando por la visita del Bar?a a la Juve. Sin Busquets, toda una pega. Luis Enrique se lleva a todos, salvo el operado Rafinha, para hacer grupo. Supongo que tirar¨¢ para la media de Mascherano, con Rakitic e Iniesta. La prueba es dura. La Juve es un grupo s¨®lido con una perla arriba, Dybala, y un Higua¨ªn que lleva ya 27 goles este curso, despu¨¦s de haber hecho 38 el pasado, 36 de ellos en la Liga italiana, quitando el r¨¦cord hist¨®rico a Batistuta. Son n¨²meros de grande. El Bar?a lo f¨ªa todo, claro, a su tr¨ªo de ataque, al que en M¨¢laga le echaron el toro al corral. Un partido grande, y ¨¦ste gratis, en tele abierta.